"Mi chica del Fútbol" CANCELADA TEMPORALMENTE |H.S|

C.16 [Parte I]

Capítulo 16. [Parte I]

Sonrío, me doy la vuelta y me le acerco. Coloco ambos brazos alrededor de su cuello, me pongo en puntillas y planteo un beso en sus labios.

-Pensé que habías dicho que no vendrías. –digo, al separarme de él.

-No te iba a dejar sola en un estadio a las 6 de la noche, estás loca. –dice, abrazándome- Además, sabía que estarías aquí.

-Me conoces mucho, eso me da miedo. –digo, luego río. Él ríe conmigo.

-¿Eso crees? –pregunta, yo asiento.

Entonces, sorprendiéndome, se quita la camisa negra que  tiene puesta.

-¿Qué tal si jugamos un rato, eh? Como en los viejos tiempos. –dice, yo río.

-¿Estás seguro de lo que quieres, Styles? –pregunto, poniendo ambas manos en mis caderas.

-Más seguro que nunca, señorita Windhouse.

Yo río y corro un poco lejos, alejándome de la posibilidad de que me robe el balón. Él, en un momento de desconcentración, logra quitarme el balón. Yo lo persigo y logro quitársela. Me pongo de espaldas a él, él se acerca a mí por detrás, pegando su cuerpo al mío. Quiere quitarme el balón, pero tengo un truco bajo la manga que sé que lo dejará atónito. Echo mi trasero hacia atrás, sí…así de sencillo. Al hacerlo sentí su miembro en mi trasero por lo que sonrío. Harry se detiene, pone su mano en su creciente bulto y dice:

-No lo hagas más. –yo río a carcajadas.

-¿Por qué no? –me le acerco peligrosamente, él peligrosamente da un paso hacia atrás.

-Sabes el efecto que surges en mí, -dice, yo sonrío- no querrás que formemos un espectáculo en pleno césped.

-Nadie sabe, tal vez sí…

En un movimiento tonto caigo al suelo, él ríe y se tira sobre mí sin ejercer suficiente peso. Besa mi frente, mi nariz, ambos ojos, ambas mejillas hasta los labios. Estos no los besa, sólo los mira. Yo me quedo a la espera de que haga algo, quiero que me bese, lo anhelo, pero él prefiere “estudiarlos” que besarlos. Entonces sorprendiéndolo lo agarro de la nuca y lo atraigo hacia mí, besando sus labios con necesidad. Él suelta un gruñido al ver mi atrevimiento, pero luego acepta el beso y lo disfruta igual o más que yo.

Se separa de mí y nos miramos a los ojos por unos segundos.

Nunca me cansaré de hacerlo. Sus ojos son tan perfectos, tan hermosos que se me es imposible no hipnotizarme al hacerlo. Ese color esmeralda me vuelven loca, me llevan al un mundo paralelo del que no quiero salir.  ¿Saben que muchos dicen que una mirada de amor, una mirada llena de sentimientos, dice más que mil palabras? Pues eso mismo está pasando ahora. Su mirada me dice que me ama. Su  mirada me dice que me necesita. Su mirada me dice que sin mí, sin MÍ, no puede vivir. Y mi mirada le dice lo mismo.

-¿Sabes que te amo? ¿Lo sabes, verdad? –pregunta, yo asiento aún mirándolo a los ojos.

-¿Y tú? ¿Sabes que te amo? –pregunto, él asiente y vuelve a unir sus labios con los míos.

Nos quedamos allí besándonos y amándonos con la mirada. Minutos después nos levantamos y jugamos un rato más. Luego de eso nos vamos a su departamento en dónde nos entregamos el uno al otro, demostrándonos nuestro amor de una manera suave y tranquila.