"Mi chica del Fútbol" CANCELADA TEMPORALMENTE |H.S|

C.8 [Parte II]

Capítulo ocho. [Parte II]

A eso de las 6 de la tarde estábamos viendo una película en la sala de estar. No recuerdo el nombre de esta, sólo sé que veíamos una película. Aún no sabía en qué pensar. Harry, posiblemente, me ha declarado su amor. O Harry, posiblemente, crea que tiene que protegerme como a una hermana. Tal vez sea alguna de las dos, pero no estoy segura en cuál me siento más cómoda. La película llegó a su fin y yo agarré las palomitas, terminándolas de comer. Harry veía cada movimiento que yo hacía, tratando de calcular mi ánimo en esos momentos. Ni yo sabía en qué ánimo me encontraba. Puede que esté enojada, o puede que esté confusa, o puede que esté feliz. Cualquiera de las dos, pero no sabía.

 -¿Sucede algo? –preguntó, yo negué con la cabeza- Si he hecho algo que te ha molestado solo dímelo, ¿sí?

 -No has hecho nada. –“pero sí dicho”, pensé.

 -¿Y entonces por qué no me quieres hablar o mirar a la cara? –preguntó, con tono triste.

 -No lo sé. –dije, aún sin mirarlo.

 -_______________, no quiero que por tonterías nuestra relación termine.

 -¿Nuestra relación? –pregunté, él asintió- ¿Cuál relación?

 -La que tú y yo tenemos o estamos a punto de formar. –dijo.

 -Harry… -respiré- ¿tú me quieres? –pregunté, ahora mirándolo a los ojos.

 -¿Que si te quiero? Sí, demasiado. –respondió con tono sincero.

 -¿Y me amas? –pregunté.

 Él se quedó callado por unos minutos, sin saber qué responder. Yo me encontraba igual o peor. ¡Pero necesitaba una respuesta, ahora! No podía pasarme el resto de la semana sin saber si ese chico que se encontraba en frente de mí y me tenía realmente loca estaba enamorado de mí. Me ha dicho que soy suya, me ha dicho que me protegerá de cualquier idiota. ¡Me lo ha dicho! Pero no me ha dicho que me ama, y es eso lo que necesito oír. ¡Necesito oírlo decir que me ama!

 El silencio aún se apreciaba en el lugar. Él quedó estupefacto, sin saber si responder o no hacerlo. Bajé la mirada, perdiendo toda la esperanza de recibir su amor. Al parecer, nos quedaríamos sin el uno desde ahora. Iba a decir algo cuando por fin él habló.

 -No sé lo que siento. –respondió- Pero te juro que estoy un 100% seguro de que quiero un futuro contigo, quiero pasar el resto de mis días junto a la mujer que realmente me hace feliz.

 -Lo único que quiero saber es si me amas, porque si no lo sé ahora moriré. Yo estoy necesitada de oírte decir esas palabras, pero no las dices porque estás inseguro, porque no quieres cometer un error. Solo dime la verdad y me ahorrarás una semana en vela.

 Otro silencio se localizó en sus labios, pero de esos silencios que me sacaban de quicio. ¡Harry! ¡Dime!

Se acercó a mí y agarró ambas manos y besó el torso de ellas, haciéndome soltar un suspiro. Cerré los ojos, sintiendo y amando el contacto. Sí, Harry, estoy enamorada de ti. Por favor, no me hagas sufrir más. Cuando abrí los ojos él los tenía cerrados, con un rostro de poesía. Si no me decía que me amaba, caería, lo aseguro. Suspiró, audiblemente, para después abrir sus cristales verdes y mirarme mientras decía:

 -Te amo como a nadie he amado en mi vida.