C.20 [Parte I]

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Capítulo 20. [Parte I]

Capítulos finales.

Harry llega en la noche con un poco de comida china que compró en uno de esos restaurantes que están en la plaza. Amo esa comida, pero extrañamente esta noche no me apetece comerla.

Al decírselo a Harry le extraña, pero luego de decirle que no es nada se tranquiliza y no puede hacer nada más que comérsela él solo.

A las ocho de la noche decido irme a dar una ducha antes de irme a dormir. Entro al baño, empiezo a quitarme la ropa y cuando ya todo está fuera de mi alcance, entro y me doy una buena ducha.

Siento que aún siento esa pequeña gota de intriga por saber quién fue la persona que me llamó. Inmediatamente la primera imagen llega a mi mente: Sandra. Luego pienso que es muy tonto, ¿por qué llamaría? Según Harry, ella no vino a Seattle a intervenir entre nosotros, pero de todas maneras no la sacaré de la lista de las posibles personas.

Entonces, sacándome de mis pensamientos, siento como alguien se me pone detrás y me abraza, acercándome a él. Es Harry. Sonrío al sentir su contacto y entonces me dejo llevar por sus caricias y besos, sólo eso.

-No sé qué te pasa, cariño y eso me estresa. –dice, colocando su cabeza en mi hombro.

-No es nada, no te preocupes. –respondo, tratando de reconfortarlo.

-Me preocupas, cariño. Y aún más por el partido de mañana. Te veo muy ida, muy distraída, eso te va a costar mucho mañana. –dice, ahora dándome la vuelta y mirándome fijamente a los ojos. 

Sólo asiento. Tiene razón, sé que por estar así puedo perjudicar mi partido de mañana, pero ya no sé qué hacer. No sé si contándole podré sentirme mejor, en verdad no lo sé. Necesito un resultado, algo que hacer.

-En la tarde recibí una llamada... -empecé diciendo- cuando contesté y pregunté quién era, nunca me dijeron su nombre. Es más, sólo dijeron "... ¿tengo el gusto con _______?", eso me dio mucho miedo, no sabía qué hacer. Luego de eso colgaron, Harry...esto es mucho. Últimamente estoy pasando por diferentes situaciones en las que me veo muy perjudicada, ya no sé qué hacer...

-¿No tienes idea de quién era? –pregunta, yo niego con la cabeza.

-Creo que era una mujer, el timbre de su voz...sí, era una mujer. Pero su voz era totalmente irreconocible para mí, no tengo idea de quién sea.

-Amor, sé que estás pasando por muchas cosas que puede que te estén encerrando en un círculo del que no querrás salir. Sé que es muy difícil. Primero Sandra, ahora esta mujer. Pero por favor, que esto no afecte nuestra relación, ¿sí? No quiero pensar que querrás irte de mi casa porque piensas que todo lo que está pasando es por mi culpa.

-No es así, amor...ni siquiera lo piensas. Tan solo quiero alejarme un rato de todo esto, sabes...quiero alejarme de todo este estrés. No quiero recibir llamadas, no quiero recibir noticias, estoy aquí pensando en que mañana recibiré otra llamada de esa mujer desconocida. Simplemente quiero aislarme de todo lo que posiblemente me vaya a afectar en cualquier momento.

-Vale, amor, si eso es lo que quieres está bien...pasado mañana nos iremos de la ciudad, a la casa de mi tío, si quieres...él vive en un pequeño pueblo, no hay civilización cerca, todo es naturaleza, te gustará.

-Me parece perfecto. –digo, sonriéndole- Justamente lo que necesito.

-Sabes que siempre buscaré lo mejor para ti. –dice, abrazándome y plantando un beso en mi cuello- Será mejor que me vaya antes de que haga algo que no deba contigo, tu estado actual es una gran tentación para este hombre...

Sólo puedo sonreír y observar cómo sale del baño. Suspiro fuertemente, tal vez irme de Seattle por unos días sea lo mejor para mí y para mi estado mental...sí, mental. Termino de darme una ducha y cuando ya estoy lista, salgo envuelta en una toalla. Me miro en el espejo, respiro fuertemente...

-Debes olvidarte de todo esto, ___________...no es más que cosas temporales, nada te puede afectar realmente. Tú eres fuerte, ¿vale? Más fuerte que Sandra, más fuerte que esa mujer...más fuerte que todos.

Vuelvo a respirar fuertemente, doy un paso hacia atrás y antes de salir por la puerta vuelvo a echar una mirada al espejo. No dejaré que todo esto me afecte, no.

Al salir del baño camino en dirección al guardarropa. Saco una camisa de tirantes para dormir y unas bragas cacheteros negras. Al tenerlas afuera me las pongo y me acuesto inmediatamente en la cama.

-¿Por qué dormirás así? –pregunta Harry, asustándome.

-No te había visto ahí, casi me da un infarto. –digo, sonriéndole.

-¿Acaso no tienes piedad a este hombre? –pregunta divertido, yo suelto una risita.

-Por favor, no es la primera vez.  –respondo, defendiéndome.

-Sí, sí es la primera vez. No me mientas. –responde, mirándome.

-Ya, vale...lo siento. Me pondré algo abajo.

-No, no lo hagas. Tampoco me quieras quitar las vistas.

Sólo puedo sonreír. Cierro los ojos y minutos después caigo en los brazos de Morfeo. 

"Mi chica del Fútbol" CANCELADA TEMPORALMENTE |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora