C.21 [Parte II]

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Capítulo 21. [Parte II]

Gol.

Golazo.

Y estoy a punto de llorar.

¿Podría acaso este día ser mejor?

Las jugadoras del equipo vienen hacia mí, abrazándome, mostrándome su cariño y sobre todo las gracias por haber marcado aquel gol. Yo no sé qué más hacer. Sólo puedo sonreír.

Al momento en el que las de mi equipo se separan de mí, camino de vuelta a mí lugar. Faltan unos 20 minutos para que el partido se acabe, y es tiempo suficiente para meter otros dos goles más.

El juego terminar con un marcador de 3-0. El último gol por Gómez. Un increíble golazo de cabeza en una mala recepción de la defensa del equipo contrario.

Al ir saliendo de la cancha escuchamos como las gradas están por caerse de tantos gritos, cantarerías y risas se escuchan. Observo a Harry y éste me manda un beso al aire. Yo sonrío y se lo devuelvo. No sabe cuánto significa para mí.

Un entrevistador del canal de deportes me detiene y me pide una corta entrevista. Yo, gustosa, acepto. Aunque debo admitir que dudo un rato. Jamás me han entrevistado, y con la pinta que debo tener con más razón tengo para dudar. Pero al fin y al cabo acepto, por qué no.

En los vestuarios todo es bulla, risas, cantos y alegría. Saltamos de felicidad, conscientes  de que hemos ganado un partido que nos costaba mucho. Tres puntos. Primer puesto en la liga. ¡Eso significa mucho para nosotras!

-¡Windhouse, buen juego! –exclama la entrenadora, yo sonrío y le doy un abrazo.

-Gracias, entrenadora. –digo, sonriéndole.

-Las señoras están afuera esperándote. –dice, en un susurro.

Yo asiento y camino en dirección a las afueras de los vestuarios. Estoy nerviosa, muy nerviosa.

Cuando las localizo, camino en dirección hacia ellas. Entonces me sorprendo al ver que sólo está la entrenadora Zimmerman junto con otra persona más.

-¡_______ Windhouse, me han hablado un montón de usted! –exclama la señora que está junto a la entrenadora Zimmerman.

-Mucho gusto. –digo, estrechándole la mano.

-El gusto y placer es todo mío. –dice, sonriéndome.

-__________, ella es la señora Tania Schmith, directora general de la universidad de Múnich y la he invitado precisamente a ver este juego para que esté totalmente segura de la persona que quiero unir al equipo de nuestro país.

-Sabrás, mi querida __________, que el equipo femenino de la Universidad de Múnich es muy reconocido en el país entero. Diversas personas del país vienen al estadio de Múnich a presenciar nuestros partidos.

-___________, no solo te daremos la oportunidad de jugar para nuestra universidad, sino que también para estudiar en la universidad. –dice la entrenadora Zimmerman.

-Esperamos con muchas ansias que la decisión que vayas a tomar sea la correcta. Te queremos en Alemania, ________. Allá podrías hacer mucho, más de lo que te imaginas. Sólo necesitamos un "sí" como respuesta para que un futuro prometedor se muestre ante tus ojos. –dice la señora Schmith.

Todo lo que me están diciendo me resulta tentador. Me encantaría estudiar en Alemania, pero aún necesito ver qué tiene que decirme la entrenadora Morandé. Aún no me decido, ambas opciones me parecen excelentes. Pero sé que al fin y al cabo tendré que decidirme por alguna.

La señora Marie Morandé se aparece a unos metros lejos de mí, haciéndome señas con la mano para que se le acerque. Esta, al contrario de la otra entrenadora, se encuentra sola. Eso en parte lo agradezco. Tener que estar entre dos personas que constantemente tratan de convencerme resulta un poco abrumador. Prefiero que una sola persona trate de persuadirme, aunque dos resulta más exitoso.

-Hoy jugaste de maravilla. –dice la entrenadora Marie.

-Muchas gracias. –respondo, sonriéndole.

-Te quería preguntar si te has decidido. –dice, yo me encojo de hombros.

-Ambas opciones me parecen tentadoras, pero aún no me decido. –respondo, sin mirarle a la cara.

-Mira, no te quiero agobiar. Ni mucho menos decirte un montón de cosas que al fin y al cabo no tendrán nada que ver con la realidad. Pero sólo quiero que sepas que esta decisión es tuya y de nadie más. No quiero que pienses que debes escoger lo que le parezca mejor a tu entrenadora. Quiero que escojas lo que tú quieres, porque al fin y al cabo tu decisión es lo que afectará tu futuro, tanto para el bien como para el mal. Así que, eso es todo lo que quiero decirte. La decisión está en tus manos. Escoge lo que te parezca mejor. Si así lo haces, entonces lo mejor será. Con todas mis ganas te deseo lo mejor. –dice la entrenadora, colocando su mano en mi hombro.

De pronto siento comodidad en sus palabras. Comodidad y apoyo, justamente lo que necesitaba. Por un rato el estrés de escogencia se fue y entonces me sentí bien. Me sentí bien que de tal manera supe a dónde ir. La respuesta se abrió frente a mis ojos en ese mismísimo instante. Sin duda que ese era el lugar donde yo pertenecía.

"Mi chica del Fútbol" CANCELADA TEMPORALMENTE |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora