C.18 [Parte II]

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Capítulo 18. [Parte II]

-Mamá… -dice Harry.

-¡Gemma, linda ven aquí! –exclama Anne antes de que Harry pudiese detenerla.

Su nombre me parece conocido, pero el hecho lo expulso al ver salir de la puerta una chica muy guapa con unos hoyuelos en sus mejillas y una hermosa mirada. No sé quién sea, pero es muy atractiva. Se coloca alado de Anne.

-¿Qué pasa mamá? –pregunta.

-Harry, preséntasela… -dice la madre en tono de regaño.

-Amor, ella es Gemma, mi hermana…Gemma, mi novia, __________________. –dice Harry, presentándonos.

-Mucho gusto, __________. Harry nos estaba hablando justamente de ti.

Ahora lo entiendo todo.

Harry no me ha llamado porque quería hablarle sobre mí a sus familiares. Qué tonta soy. Y yo que he llegado en busca de pelea y rasguños.

Resulta que Gemma es la hermana mayor de Harry y ha venido de visita, al igual que Anne. Son tan parecidos que me siento estúpida al haber pensado por lo menos un minuto que Gemma era una novia de Harry. Su parecido es tan notable que definitivamente necesito lentes. Es una muchacha muy amable y liberal, siempre está molestando a Harry y aunque este a veces se molesta, disfruta de la acción. Gemma disfruta  más, es su hermano menor y molestarlo es su trabajo.

A eso de las cinco ambas, Anne y Gemma, se van del apartamento de Harry. Nos despedimos y Gemma me pide que algún día salgamos a comer juntas. Yo acepto y le doy mi número de teléfono para que estemos en contacto.

Cuando ya estamos Harry y yo solos él me abraza por la cintura y coloca su cabeza entre mi cuello.

-Le agradaste a mi hermana. –dice, besándome el cuello.

-No trates de persuadirme que aún sigo enojada contigo. –digo, él para en seco y me da la vuelta.

-¿Enojada, por qué? –pregunta, yo me cruzo de brazos.

-¿Por qué no querías que estuviera aquí? –pregunto- He estado casi todo el día en casa acostada, esperando a que tú llamaras. Además estaba muy triste con lo de mi padre.

-Lo sé, cariño. Lo sé y lo siento. Pero es que como pudiste apreciar a mi madre le encantan las visitas sorpresas, y hoy se ha lucido. No me esperaba a Gemma. Cuando la he visto me he emocionado tanto que olvidé llamarte. Lo siento.

-Me hubiese gustado pasar más rato con ellas.

-Créeme que a ellas también… -dice, acariciando mi cabeza.

Él sabe el efecto que surge en mí cuando hace eso. Me hago mantequilla y entonces no soy yo. Puedo escuchar su risita en mi oído y entonces despierto de mi trance.

-No, Styles. Nada de eso por hoy. –digo, alejándome de él.

-¿Me estás castigando? –pregunta, yo asiento.- ¿Por qué?

-Por no llamarme. –respondo, riéndome, él bufa.

-Pero no sabía. –responde, defendiéndose.

-Mala suerte. –respondo, aun riéndome- Ahora, ¿hay comida? 

Él solo asiente, aunque sé que por su mirada está enojado. No se puede hacer nada, a veces hay que castigar para que aprendan, ¿no?

Media hora después nos encontramos comiendo de una deliciosa comida que han pedido a domicilio cuando recibo un mensaje de texto de parte de mi padre. Me avisa que ya ha llegado a Ohio y que está muy emocionado por este nuevo paso. De igual manera me pide que me cuide mucho y que obedezca a Harry. Río al leer esa parte. Le respondo que me encuentro triste por su partida y feliz por esta nueva oportunidad. Cómo no, si es lo que él ha querido siempre.

En un momento me quedo sola, ya que Harry sale a comprar algunas cosas al súper. He decidido quedarme porque no tengo ganas de salir.

Me pongo a pensar en todo lo que ha pasado desde aquel día que conocí a Harry. Me pongo a pensar en la adicción que mi padre tiene y me he pongo a pensar en mis amigas Sasha y Tanisha. Conocer a Harry ha cambiado totalmente mi expectativa de la vida. Ahora todo es perfecto, no puedo ser más feliz. Y aunque hemos tenido nuestras peleas, corazones rotos y todo eso,  ambos nos amamos y al fin de cuentas eso es lo que realmente importa. Recuerdo la situación “matrimonial” de Sasha y Terence. ¿Qué será de su boda? Ha pasado más de un año y no han quedado en nada, decido preguntarle luego. Pienso en mi padre, mi queridísimo padre. ¿Quién diría que dejaría su adicción? ¡Lo ha hecho, por fin!

Pienso en el fútbol. Pienso en todo lo que me ha proporcionado. Me ha dado toda la felicidad que una chica puede tener. A veces me pongo a pensar, qué sería de mí si no jugase al fútbol. No conociera lo hermoso que es, no tuviese la energía que tengo, no tuviese nada. Y más que todo, no tuviese a Harry. Y eso, eso se lo tengo que agradecer infinitamente a mi alma mater, a la pelota.

Media hora después llega Harry con un montón de bolsas. Lo veo pelear contra ellas, pero no me levanto porque aún estoy inmersa en mis pensamientos. No tengo ganas de levantarme del sofá, así que sigo pensando…pensando hasta que él me saca de mis pensamientos.

-Eres tan dulce amor, gracias por tu ayuda. –dice, poniendo las bolsas en el fregadero.

-Lo siento, cariño. –digo, riéndome- Estaba inmersa en mi mente.

-¿Inmersa? Me viste con las bolsas y no te paraste, de inmersa no tenías nada.

-Ya, cariño. Perdóname. –digo, poniéndome de puntillas y besando sus labios.

-¿Qué te dijo tu padre cuando te escribió? –preguntó.

-Me dijo que ya había llegado a Ohio y que me cuidara bien y que “obedeciera” cada una de tus órdenes.

-Ah, de eso no hay duda. Sí que me obedecerás.

-¿Si? ¿Y qué si no te quiero obedecer? –pregunto, cruzándome de brazos.

-¡Christian Grey, ven a mí! –exclama y yo me río a carcajadas.

Por ahora es lo único que les subiré, lo siento.

He estado bastante ocupada, enserio. Este fin de semana trataré de subir más capítulos ;)

Voten y comenten. Si el capítulo llega a más de 20 votos y comentarios la sigo :)

"Mi chica del Fútbol" CANCELADA TEMPORALMENTE |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora