8

55K 3.4K 700
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Edgar

¿Desde cuándo soy tan considerado? ¿Cuándo dejé de ser quien soy para ser otra versión de mí sin darme cuenta?, no, esto no es normal. Pasaron muchas mujeres en mi vida y ninguna provocó lo que esta niña me causaba.

—Suficiente— detengo sus manos, las cuales habían arrasado con todo mi escritorio—. No es algo que no te esperabas, era él o su hija, y gracias a ti decidí que fuera a él.

—No, ¿por qué eres tan inhumano?, ¿por qué siento que eres la peor persona que existe y a la vez algo extraño me causas?

Observé cómo se expresaba sobre mí y esas lágrimas que caían sobre su rostro porque la había lastimado.

—Eres un asesino que no tiene corazón, eres alguien que merece ser castigado con lo peor. Siempre hay una solución, y matar nunca lo será.

—Aquí las deudas se pagan con sangre.

—Mi amiga está destrozada por su padre, ¿acaso se merecía vivir eso? ¿Y yo?, ¿soy culpable de algo? ¿Por qué me castigas?, por favor, Edgar, libérame.

Fue la primera vez que escuché mi nombre salir de sus labios, y estaba jodidamente hipnotizado.

—No puedo dejarte ir— dije sin saber si hacía bien o no.

—¿Por qué? — gritó.

—Porque tú me haces sentir algo que nadie consiguió despertar en mí, porque me encanta la forma que me retas, siento como que no necesito nada sabiendo qué estás al otro lado de mi habitación. No puedo dejarte ir, no quiero, Zoe.

—¿Dijiste mi nombre? — musitó.

—Sí, dije tu nombre y este no sale de mi cabeza, tú no sales de mi cabeza.

—Sé que eres el ser más peligroso que pueda existir, y desde que te conozco me demostraste que no te tiembla la voz al ordenar matar, ahora que sé también que acabaste con Richard más que nunca quiero alejarme de ti, no eres apto para nadie y menos para mí.

Solté una sonrisa de lado y me alejé de ella.

—Tú no te puedes encaprichar conmigo porque yo amo a mi novio, él me ama a mí y no hay espacio para nadie más.

Me tensé por lo que había dicho, me sentí lleno de ira y de alguna manera ya dejé de ser el idiota que le acababa de confesar todo lo que llevaba días sintiendo y me trasformé en el ser que ella tanto temía.

Volví a acercarme y la empotré contra la pared, ella soltó un grito cerrando los ojos.

—Pues prefiero tenerte encerrada bajo suelo que dejarte ir para que otro te haga suya. Así que hazte a la idea que ya no serás la de antes.

Raptada por errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora