Edgar
Amanecer con ella todas las noches de mi vida era mi plan perfecto después de encontrarla.
De no dejar que se marchara y acabar aceptando que se fuera es la cosa más difícil que he hecho, sin embargo, imaginarme en que consistiría mi castigo sin más era surrealista al fin y al cabo no era de abandonar nada, pero por Zoe cedí en todo.
—Ella siempre será la mujer de mi vida, aunque la culpa de que esté aquí es de...— guardo silencio al pensar.
Flashback
—Señoría, él me secuestró y me retuvo en contra de mi voluntad después de... — Zoe baja su mirada al clavar sus ojos en los míos y yo solo le asentí, como diciendo que continuase, que no tuviera miedo—. Después de matar a Richard Romero.
La había dado la libertad de elegir mi castigo, no intervine ni lo evité, ella acabó por incriminarme y por muy quién fuera terminé llegando a mi fin.
—¿Y por qué tardó en denunciar a su secuestrador?
El juez preguntó intentando comprender todo, por muy difícil que parezca para mis compañeros, era la realidad y la aceptaba.
—Porque me enamoré, él conquistó mi corazón de alguna manera y comprendí que un asesino jamás podría amar a nadie.
Fin del Flashback
Han pasado cuatro años desde que me condenaron por secuestro, dejé que la mujer que amaba se vengara e incluso me castigué a mí mismo por haber lastimado a Zoe, por arrebatar su inocencia.
—¡Ay, joven! Sigues teniendo a esa mujer clavada en tu corazón como la daga que te tatuaste en el dorso de tu mano.
Miré el tatuaje que ahora cubre mi piel, una tinta que contiene un gran significado.
Mi compañero de celda era un hombre de cincuenta años el cual se ganó mi confianza y siendo sincero creo que lo considero como un padre, sus consejos son sabios.
El comisario ocultó todo lo que era antes de la sentencia, detuvo la investigación a fondo y solo dejó a la luz el asesinato de Richard, el cual puso pruebas para que pareciera un accidente, pero el secuestro de Zoe no se pudo hacer nada más que pagar por retenerla en contra de su voluntad.
—Solo te quedan unas semanas para salir de prisión, ¿la buscarás? — cuestionó y la verdad es que no sabía si hacerlo o no.
Han pasado muchos años y regresar a ella es como volver a lo lejano.
—No lo sé— negué pensando en su sonrisa, es su preciosa mirada. Era raro que no dejará a Zeus que la siguiera, no quise saber de ella por el simple hecho de hacerme amena estos años de encierro, pero olvidarla jamás.
Eso nunca sucederá.
— Déjame decirte, querido Edgar, que el amor, cuando es verdadero por mucho que pasen los años, siempre seguirá siendo fuerte en nuestros corazones. —Sonreí, el viejo tenía razón, mi amor por ella siempre fue único y ahí es donde se marcaba la diferencia—. Según tus historias llegaste aquí porque se lo permitiste. Si eso no es amor, entonces que suba el diablo y me diga lo contrario. Volví a sonreír.
Flashback
—jefe, solo ordénalo. — Dice Zeus mientras negaba con la mirada y los oficiales me llevaban detenido.
—Edgar, hijo— la voz de Ana me llamé en agonía.
—Llamaré a los abogados— le volví a negar a Zeus. Aún sentía como las lágrimas de Zoe quemaban mi piel.
Recuerdo que hace unos segundos se alejó de mí y no tardó en cumplir su venganza, y aun así no me imagino mi vida sin ella, me siento destruido y lo único que pedía era volver atrás y eliminar lo que estaba sucediendo, y no lo quería para mí, sino para evitarle todo lo que le hice a ella.
—Jefe— Dani llegó a mí al verme en la sala de interrogatorio.
Su mirada me pedía que le dijera que se trataba de un error, pero no lo hice.
—Así es, la secuestre y la retuve en contra de su voluntad. Acepto toda culpa.
—¿Y la muerte de Richard? — cuestiona el inspector que asignaron para mi caso.
— Fue un accidente, tenemos las imágenes donde Edgar se estaba defendiendo para salvar su propia vida.
La voz del comisario entró a la sala y me sorprendí porque yo sabía perfectamente cómo había muerto Richard Romero.
—Edgar lo mató en defensa propia.
El inspector asintió y firmó mi declaración.
—Eres un gran compañero, ojalá y el juez considere tu buen trabajo. Añadió el inspector antes de salir y asentí para quedarme a solas con el comisario.
Este apaga el micrófono de la sala y toma asiento a mi lado.
—Ahora entiendo por qué no querías que nos acercáramos a Claudia Romero. —Suspiré y clavé mis ojos en él—. Mi hermano no quisiera verte en este lugar y a punto de cumplir condena por un fallo que jamás debiste haber cometido.
—¿Tu hermano? — acentué la pregunta en medio de una sonrisa la cual él temió—. Tu hermano no es más que un cadáver, recuerda con quien hablas, estar encerrado no significa perder el puesto. Este me mira sin decir nada.
—Sigue haciendo tu trabajo como hasta ahora que del resto me ocupo yo.
Se alza de la silla y antes de salir por la puerta lo detengo—. Más te vale que no te acerques a Zoe. Ella tiene la libertad y el derecho de condenarme incluso a cadena perpetua. Este asintió sin mirarme.
Fin del Flashback
No solo son días en los que me pregunto qué habrá sido de ella.
¿Habrá cambiado?
¿Seguirá siendo la misma chica de antes?
Seguro que se habrá convertido en toda una mujer, pasaron cuatro años, ya no es la niña de diecinueve años de la que me enamoré.
¿Qué será de ella?
¿Aún vivirá en su antigua casa?
¿Pensará en mí?
¿Me seguirá amando?
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Raptada por error
RomanceSolo había un objetivo en esta historia, matar a la hija del hombre que se metió con uno de los mafiosos más peligrosos del país, un hombre sin escrúpulos con un corazón de piedra que solo le importa su poder y lo que consiguió hasta ahora, ser el r...