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Zoe

Nos amamos sin testigos, estuvimos solos y dejamos que la pasión nos cubra, nos abrace y sabíamos a lo que íbamos y aun así lo había aceptado todo con él, pero ver cómo me ocultó algo tan profundo e importante para mí fue la gota que colmó el vaso, no podía seguir caminando a su lado, jamás iba a seguir adelante porque su forma de pensar era completamente diferente a la mía.

—¡Buenos días, niños! — saludé a los cuatro niños que instituía, después de enterarme de que iba a ser madre, mi única meta fue trabajar duramente para mantener a mi hijo, y eso conllevaba dejar los estudios y ocuparme a tiempo completo de mi pequeño.

Ser institutriz de los hijos de una familia adinerada fue lo más fácil que pude hacer, ya que me permitían llevar a mi hijo conmigo y ya con eso era un gran alivio.

—¡Buenos días, señorita Zoe!

Las ganas de haber cumplido mis metas aún siguen presentes en mi ser, no sé cuándo podré concluir lo que empecé, pero mientras Alex dependa de mí y espero que sea así por mucho tiempo, no podré terminar mi carrera.

—¡Señorita Zoe! — siento que me llama la madre de los niños.

—Dígame.

—Dentro de dos semanas daremos una fiesta importante en la casa, deseo que estés presente para controlar a los niños.

—Entiendo, pero no podré asistir, ya que no tengo a quien dejar a Alex.

—Lo puede traer con usted.

Alcé las cejas muy sorprendidas y no entendía una cosa, ¿si era tan importante la fiesta para que tener a los niños en esta?

—En serio, Zoe. Confío en ti y de que podrá mantener a mis renacuajos tranquilos mientras también estarán presentes en el encuentro que tendrá mi esposo con un gran y apoderado empresario. — Dice dejando de lado las formalidades—. Trabajará codo con codo con este hombre tan importante para nuestros negocios. Está dispuesto a invertir una gran cifra millonaria por los nuevos software que creó mi esposo.

Asentí y le sonreí al ver como lo decía tan emocionada, ella amaba a su marido y todo lo que tenga que ver con su éxito siempre estará apoyándolo.

—Entonces cuenta con ello. Estaré al pendiente de los niños esa noche.

—Gracias, ah y esto es para ti— me da una bolsa de Prada, la sostuve confusa y después al ver el contenido de la caja que tenía en su interior me quedé atónita.

—... creo que es demasiado.

—Por muy que tu labor sea cuidar de mis hijos en la fiesta, deseo y quiero que uses el vestido. Acéptalo, por favor.

Volví a mirar el pedazo de tela que tenía entre las manos y sin poder decir nada, ella sonrió y se alejó.

Después de que Edgar fuera condenado a cuatro años de prisión, no volví a saber nada más de Ana y mucho menos de Zeus. Parece que ordenó a sus hombres que dejaran de seguirme. Y a todo eso, solo deseo que jamás volvamos a cruzarnos, porque sería abrir la herida que he intentado cicatrizar todo este tiempo.

—¡Alex, no! — grité asustada al ver que mi hijo se había soltado de mi agarre para salir corriendo detrás de su pelota—. Mi vida, eso no se hace.

Apenas tiene tres años desde que llenó mis días de alegría, de lágrimas, de felicidad y aunque no fue fácil criar a un niño sola, aun así, estaba dispuesta a repetir esa increíble experiencia una y otra vez.

Flashback

Querido diario... hoy hace cuatro meses desde que escuché a mi bebé latir dentro de mí, meses en lo que me costó respirar al verme tan sola en esta casa que lo único que me da es pena, pena de mí misma, rabia por sentir amor y odio a la vez por la única persona que me lastimó, a tal punto que me regaló al verdadero amor de mi vida, así es, el doctor me confirmó que es un niño y mis ojos se llenaron de lágrimas porque no había nadie a mi lado con quien compartir mi felicidad.

Me hubiera gustado que todo hubiera sido de otra manera, que Edgar no fuera quien es y que yo no fuera quien soy, pero ni modo, la vida es un tormento de miserias y tenemos que sobrevivir a ella de cualquier forma.

También quiero confesarte que hay días que quiero ir corriendo a solicitar un vis-a-vis con Edgar, para decirle todo y gritarle que gracias a su amor no tan sincero habíamos creado a un nuevo ser y sus planes fracasaron porque iba a ser padre.

Y sigo siendo la misma cobarde en algunas cosas, aún no he aprendido a caminar sin nadie y eso que nunca fue una novedad para mí, pero gracias a Edgar me aferré a alguien y perdí a muchos.

A todo eso, querido diario, solo me queda pensar en que la luz aún sigue esperando por mí al final de este estrecho túnel por el que estoy pasando, que dentro de unos meses tendré a alguien en mis brazos y dejaré de estar sola.

Fin del Flashback.

Sonreí al leer las letras que escribí cuando apenas tenía cuatro meses de embarazo, sonreí al recordar cada momento que pasé y que ahora que los tengo superados puedo decir que ya no estoy sola, que Alex llenó mis días, que gracias a él sé lo que es tener familia y bueno sobre Claudia, nunca más supe de ella, y no sabía el motivo, lo único que sé es que desapareció sobre la faz de la Tierra.