Total Eclipse of the Heart [Shadow and Bone]

La furia de Aleksander

Diccionario ravkano:

-Oprichniki: guardia personal de los Oscuros.

-Otkazat'sya: abandonados, aquellos que no son Grisha.

Aleksander se movía inquieto por los jardines del Pequeño Palacio. Según sus guardias, Irina no había salido de la Sala de Guerra, pero ella no estaba ahí. Su desaparición junto al hecho de que había habido un intento de asesinato a la Invocadora del Sol lo habían puesto nervioso.

Irina no aparecía por ningún lugar y al parecer, Alina Starkov también había desaparecido.

Alguien iba a morir.

Escondida en las sombras del camino, apareció su madre.

-No está aquí -dijo.

Aleksander se detuvo al instante. ¿Qué demonios había hecho esa mujer?

-¿Quién? -quiso saber con una voz suave y desinteresada.

-El rastreador. Sí, sé de él -añadió al ver su expresión de sorpresa-. Y de tu pequeña misión.

Ah, sí. El rastreador de Starkov.

-¿Qué le has hecho? -cuestionó manteniendo una voz neutra, pero había un filo de amenaza bajo él. Baghra no se cortó ni un pelo.

-Acabar con él. Y con tu esperanza de encontrar al ciervo.

-Yo nunca pierdo la esperanza, madre -escupió mirándola con desafío-. Ni siquiera tú puedes arrebatarmela.

-Eso no es esperanza. Es avaricia -habló con voz contundente. Su expresión no revelaba nada pero sus ojos suplicaban por qué su hijo volviera en sí y dejara aquel camino de destrucción. A Aleksander no le importaron sus palabras. Baghra siguió hablando-. Usarías a Alina contra el resto del mundo.

-¿Contra nuestros enemigos? -cuestionó con ojos desafiantes-. Sin Irina y sin mí, ella no sería nada. Una ravkana medio Shu que es incapaz de apreciar su poder -dijo con desdén.

-Por eso ibas a esclavizar su poder -acusó Baghra.

Aleksander sonrió malicioso.

-Bueno, a diferencia de nuestras sombras, su luz sólo sirve para una cosa. Rechazó su poder el primer día. Estaría en mejores manos.

-Pues menos mal que no está aquí.

El hombre se detuvo, revisándola con cuidado.

-Madre, ¿dónde está Starkov? -Ella no respondió. Sus ojos se crisparon. Primero la desaparición del rastreador, luego Starkov y al final su esposa. Replanteo su pregunta-. ¿Dónde está Irina?

Baghra bajó la mirada. Entonces lo supo. La rabia creció llenado por completo su cuerpo. Aleksander se acercó de forma amenazante, elevándose con toda su altura.