Diccionario ravkano:
-Moi tsarevich: mi príncipe.
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Una vez aclarado el asunto con el Primer Ejército y explicar que Alina no quería matar al príncipe, les dieron varios caballos y se fueron al refugio que había creado Nikolai para los Grisha. Esto era vital porque su hermano ya estaba dando órdenes de cazar a cada uno de ellos.
Mientras se dirigían hacia la localización, Nikolai se quedó mirando a Irina, quien cabalgaba a su lado.
-Me sorprende que no me reconocieras. Fue uno de mis mayores temores -comentó este para iniciar una conversación.
-Es una pregunta estúpida pero, ¿tú no deberías de estar en Ketterdam? La última vez que lo comprobé, tú estabas asistiendo a clases en la universidad.
-Oh, ¿has pensado en mí, Rina? Tu preocupación conmueve mi alma -habló con un tono juguetón el príncipe-. Para tu información, un chupatintas extremadamente bien pagado está asistiendo a mis clases de filosofía. Saca notas decentes, responde al nombre de Nikolai y suele beber copiosamente para no levantar sospechas.
Irina, lamentablemente, se le escapó una pequeña risa. Sí, eso era lo que faltaba a Sturmhond, lo que le recordaba tanto a alguien. Ese corsario era el príncipe que solía seguirla a todas partes.
-¿Por qué hiciste eso? -cuestionó.
-Bueno, tú ya sabes que nunca se me ha dado bastante bien quedarme quieto. Sacaba de quicio a mi niñera. Bueno, muchas niñeras. Creo que tú eras la única que me aguantaba.
-Eso parece, pero pregunto por Sturmhond.
El cambio de tema hizo que la conversación se volviera más seria.
-No pude hacer nada por mi gente. La gente de mi país, empobrecido y en guerra. Un príncipe es un pájaro enjaulado. Un corsario tiene libertad
para buscar alianzas, inventar, recopilar información. ¿Habrías embarcado conmigo bajo la bandera Lantsov?-Habría dado la vuelta -terminó por confesar Irina. Y era verdad, lo hubiera hecho.
-Exactamente. Y necesitaba encontrarte -dijo Nikolai mirándola a los ojos. Irina negó con la cabeza.
-Necesitabas encontrar a Alina, como todos.
-No, el país necesitaba encontrar a Alina, pero yo necesitaba encontrarte a ti. Si hay alguien en quien confíe más para luchar esta guerra, salvar a Ravka y los Grisha, eres tú. Y en ese momento, solo te habrías fiado de Sturmhond.
Irina se quedó en silencio por un momento, pensando en qué responder.
-Te equivocas, Nikolai. Sí que me habría fiado de ti -declaró antes de seguir cabalgando hacia delante, sin ver cómo el príncipe se había sonrojado ante sus palabras. Tosió un poco para recomponerse e ignorar las miradas de burla que estaba recibiendo por parte de Tolya y Tamar.
X
La Hiladera, el lugar donde Nikolai tenía su taller de inventos, se había convertido en un santuario para los Grisha. Aquellos que no seguían al general Kirigan y tampoco querían ocultarse, iban allí.
Fueron recibidos por Nadia, quien les informó de la situación y del lamentable fallecimiento de Marie. Ella y su hermano habían ido allí al saber que era un lugar seguro.
Al entrar, Irina se encontró con una cara familiar.
-Oh, Santos, Fedyor -nombró al ver un hombre con el kefta de los Mortificadores y su misma estatura. Cuando se giró, pudo comprobar que en efecto era él-. ¡Fedyor!
Los ojos de este se abrieron y abrió los brazos para darle un fuerte abrazo. El resto de Grisha se quedaron viendo aquella escena.
-Estás viva, estás viva -repitió Fedyor colocando sus manos en los hombros-. Pensaba lo peor cuando escuché lo de la Sombra. ¿Iván...?
-Lo siento, Fedyor -se disculpó Irina con su querido amigo-. Se cayó del esquife. No lo volvimos a ver.
Fedyor suspiró al confirmar la muerte de su marido. Estuvo un momento callado hasta que volvió a abrir los ojos.
-¿Cómo lo haces? El general Kirigan te traicionó, y aún así eres capaz de seguir adelante. Yo estoy destrozado. Nunca pensé que... nunca pensé que Iván pudiera...
Se tuvo que detener, pasando las manos por su rostro. Irina colocó una mano en su brazo, intentando darle algo de apoyo.
-Yo estaba igual, todavía me duele, pero ya no tanto como antes.
De repente, Nikolai se acercó a ellos con una postura diplomática.
-¿Le conoces? -preguntó curioso, pues no recordaba haberlo visto en el Pequeño Palacio.
-Nikolai, te presento a Fedyor Kaminsky. Mortificador y mi segundo al mando.
Fedyor se colocó recto con las manos tras su espalda.
-Moi tsarevich -saludó inclinando la cabeza.
Nikolai le observó antes de mirar a Irina.
-¿Confías en él?
-Con mi vida -aseguró Irina.
-Bien, nos viene bastante bien cualquier ayuda -indicó dándole la mano a Fedyor-. Venid, tenemos que hablar sobre asuntos importantes.
Poco tiempo después, se encontraron en uno de los pisos superiores con Alina, Mal, Nikolai, Irina y Fedyor alrededor de una mesa con un mapa sobre ella.
-Hemos recibido informes de unidades masacradas aquí, aquí y aquí -señaló Nikolai-. Demasiado lejos para ser shu o fjerdanos. Hay pruebas de que tenían Grisha cautivos. Hay informes de mutilaciones. Algunos cortados por la mitad.
-Se rumorea entre los Grisha que es el general Kirigan -intervino Fedyor con un semblante serio.
-No hemos encontrado su base -intentó dar sentido el príncipe, pero Mal ya estaba a la defensiva.
-No sobrevivió a la Sombra.
-Ya lo hizo una vez -susurró Irina mirando el mapa-. Además, es el único que hace el Corte. Y Baghra, pero ella apenas usa su poder. Hace muchos años que no la veo invocar el Corte. Es él, está vivo -declaró ella. Se alegró de haber tirado su anillo al mar, porque esa Irina debía irse con el recuerdo de Aleksander Morozova.
-Si está vivo, sabrá lo que intentaste en la Sombra -intervino Nikolai mirando a Alina.
-"Intentaste" -murmuró la Invocadora.
-Con todo mi respeto -se disculpó.
-No, tienes razón. Sí, fue eso. Un intento. Ya visteis mi luz. Era fuerte, estaba furiosa y peligrosamente descontrolada. Puedo entrenar para gestionarlo, pero temo que no bastará.
-Busquemos el tercer amplificador -sugirió Mal.
-El pájaro de fuego -nombró Nikolai.
-No creo que sea prudente, y menos ahora -mencionó Irina-. Si Kirigan está vivo, cosa que es un 100% seguro, tendrá a varios Grisha como espías. Lo mejor es que nos reagrupemos y cuando todo esté asegurado, comencemos la búsqueda del tercer amplificador.
-Concuerdo con Irina. Por ahora, ella y yo debemos mostrar un frente unido: el Primer y Segundo Ejército trabajando juntos. Eso evitara cualquier sublevación por parte de la gente y atraer más Grisha a nosotros.
Irina asintió fijándose en el mapa de Ravka. En algún punto de toda esa extensión, su ex-marido se ocultaba, planeando la forma de tomar Ravka.
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En la serie, a Fedyor se le menciona una vez y se olvidan de él, así que, decidí traerlo de vuelta.
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Total Eclipse of the Heart [Shadow and Bone]
FanfictionDesde que el Hereje Negro creó la Sombra, en el Pequeño Palacio siempre han habido dos Invocadores de sombras para liderar a los Grisha. Sin embargo, sin que nadie lo supiera, estos dos tenían una visión muy diferente. Aleksander Morozova deseaba má...