Hannah Potter | Draco Malfoy [✓]

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El trío de oro camina por los pasillos de la gran mansión de los Malfoy mientras se miran unos a otros asustados. Suben unas grandes escaleras hasta llegar a una sala con bastante espacio, en la que había un par de sillones, una estantería pegada a una pared y otras escaleras que conducían a un piso de abajo.

-¿Habéis llamado a Draco? ¿Lo habéis hecho? -pregunta Bellatrix nerviosa y entonces uno de los mortífagos allí presentes corre fuera de la sala para buscar al chico y a sus padres.

Como tenían previsto, si esto pasaba, si finalmente eran capturados, únicamente se darían cinco golpes a la puerta de sus habitaciones, y cuando Greyback hace esto, la puerta instantáneamente se abre dejando ver a un Lucius despeinado y con la cara pálida.

-¿Han aparecido? -pregunta rapidamente.

-Así es, señor. La señora Lestrange os requiere a los tres -dice y camina a tocar la puerta de Draco, pero esta se abre dejando ver a un Draco ya vestido y alistado.

-¿Dónde están? -pregunta el platinado.

La familia de tres camina con paso firme tras Fenrir y entonces entra en la sala. Draco busca con su mirada a su chica, y cuando no la divisa frunce su ceño mirando a su madre, pero esta no sabe que decirle, pues no sabe donde está. Su decepción es demasiado grande y entonces comienza a plantearse todos los finales que ha podido tener Hannah.

-¿Draco? -le llama Bellatrix por tercera vez.-¿Me estás escuchando?

Malfoy dirige su mirada lentamente hacia su tía y después de un inaudible suspiro asiente. Se acerca a ella después de lanzar una mirada rápida a Hermione y Ron, quiénes estaban sujetos por los carroñeros y entonces se arrodilla frente a Harry.

Los ojos de ambos chicos conectan y sin pestañear, ambos saben que se están diciendo el uno al otro. Draco traga saliva y mira a Bellatrix.

-¿Y? ¿Es él?

-No estoy seguro -le dice Draco volviendo su mirada al chico.

-Fíjate bien, Draco, fíjate bien. ¿Sabes lo feliz que le haríamos? Has estado cinco años con él, concéntrate -le dice su padre acercándose.

-No parece él, ni siquiera tiene la cicatriz -dice el chico.

Se levanta del suelo y vuelve a mirar a los otros dos integrantes del grupo viendo como Hermione le mira con su ceño fruncido y sus ojos cristalizados. Draco piensa que esa mirada se debe a que la han matado, y Hermione piensa que la mirada de Draco es por la misma razón, pero ninguno estaba en lo correcto.

-¡Ya estoy harta! -chilla Bellatrix y sale de la sala.

Baja las escaleras por las que anteriormente habían subido los chicos y se dirige al pasillo oscuro donde la vio Draco semanas atrás. Abre la puerta de la habitación donde se encuentra Hannah y puede ver como la chica está con la mirada perdida, como ni siquiera se inmuta cuando Bellatrix suelta sus manos, ya que no lo nota.

-Vas a ver que así todo se soluciona más rápido -coge un brazo de la chica y comienza a hacerla andar escaleras arriba.

Hannah introduce su mano en el bolsillo de su chaqueta y toca con sus dedos la foto de ella y Draco haciendo que eso la despierte del trance en el que estaba. No emite ni una sola palabra, solo camina delante de Bellatrix seria, sin apenas fuerzas de mantenerse en pie y entonces entra en la sala donde todos están.

Draco levanta su vista hacia la chica y entonces un golpe de realidad le pega en la cara, entonces entiende porque Bellatrix estaba tan tranquila durante semanas y porque entraba y salía de una misma habitación a distintas horas del día. Los ojos del chico revisan a Hannah e instantáneamente estos se aguan. Su nariz y boca están llenas de sangre seca, sus ojos los tiene rojos debido al cansancio y a todo lo que llora, su cara sucia y delgada, su pelo está despeinado y con enredos por doquier, y su cuerpo tiembla bajo el agarre de su tía. Puede ver que desde que ha entrado no ha mirado a nadie, tiene la mirada perdida, únicamente mira al suelo y pestañea demasiado lento.