Hannah Potter | Draco Malfoy [✓]

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Draco mira con sus ojos cristalizados el periódico que sujeta entre sus manos, en el cual el título "Hannah Potter está muerta" resalta ante los demás y bajo el título hay una foto de Hannah, cuando aún vivía, sonriendo. Draco nota su corazón latir más rápido de lo normal en su caja torácica, su respiración se dificulta y tiene que apartar la vista de aquella foto para no ponerse a llorar. 

El chico apenas podía dormir pensando en la pelinegra, en lo que daría por volver atrás y haberse ido con ellos, ya sea para que hubiera sido él quien muriera o para despedirse. Piensa una y otra vez en como eran juntos, no había nada más que bromas, risas, sonrisas y caricias, algo que ya no volverá jamás a la vida de Draco, o al menos, no con Hannah. La echa tanto de menos... Y esta vez es diferente, ya que antes tenía la certeza de que iba a volver a verla, pero ahora sabe que en el único lugar donde la podrá seguir viendo será en sus sueños y en sus recuerdos. Teme olvidarse de el sonido de su voz, de su risa e incluso del sonido que hacía al llorar. Teme que cuando pase el tiempo el chico se olvide de los momentos con ella, por eso los revive una y otra vez. 

Revive la primera vez que se vieron en el Hogwarts Expréss, como quedó enganchado a la mirada azul oceánica de la chica, y es que toda ella es preciosa, al menos para Draco; sus grandes ojos azules lo miraban fijamente, con sus labios sellados y pequeñas pecas por encima de su nariz. Su pelo en ese entonces era algo más largo que ahora y lo tenía agarrado en una trenza, aunque algunos mechones se escapan y se iban a su cara debido al aire. Y entonces su mirada pasó a la mano que la agarraba, la mano de Harry Potter, e instantáneamente supo de quien se trataba porque cuando volvió a mirarla pudo ver aquella cicatriz en el lado izquierdo de su frente, la cual antes no había podido ver. Debido a esto el chico apartó la vista de ella y se metió en uno de los compartimientos junto a Crabbe y Goyle, y ahí fue cuando la rivalidad de ambos hermanos con Malfoy empezó, pero la verdad es que Draco únicamente quería molestar a Potter, ya que cuando iba a Hannah era solo para acercarse a ella de alguna manera sin llamar la atención. El chico la odiaba por ser Hannah Potter, por no poderse acercar a ella sin que nadie dijera nada de ambos, pero más se odió a él durante tres años por no ser capaz de acercarse a la chica que le dejó ensimismado desde un principio por no saber ignorar a la gente, y a parte por lo que pudiera pasar si sus padres se enteraban. Pero entonces, se tiró de cabeza hacia el abismo que era Hannah Potter y por tres años, salió ganando. Ganó con ella hasta que se la arrebataron. 

—Es la hora —dice Narcissa mirándolo. Baja la mirada hacia el periódico y la mujer suelta un suspiro inaudible, sabiendo que a su hijo le cuesta pasar página.

Draco se levanta de la cama, y dejando a un lado el periódico sale de su habitación cerrando la puerta detrás de él.

El platinado camina por los pasillos de su mansión tras sus padres, yendo hacia la reunión con el Señor Tenebroso. Últimamente Voldemort había estado muy inquieto en cuanto a algo que ninguno de allí sabía.

—Vamos, tomad asiento —dice a la familia que acaba de entrar en la sala.—Os estábamos esperando.

Cada cual se dirige hacia su silla, y Draco mira unos segundos a su tía, la cual mira expectante a Voldemort, esperando a que hable. 

—Como ya sabéis, Hannah Potter ha muerto gracias a nuestra querida Bellatrix, —empieza, y todos los presentes celebran la muerte de la chica. Draco aprieta sus labios, únicamente aplaudiendo un par de veces.—, y por ello te estamos muy agradecidos —le dice sonriendo.—Pero, aunque ella muera esto no termina aquí. Ella es parte de la profecía únicamente por ser hermana de Harry Potter, pero cuando me desvanecí, solo una parte de mi alma se adhirió al chico, ella fue capaz de rechazarla y por eso no tenía la cicatriz completa —explica.—Es capaz de sobrevivir a una maldición imperdonable pero no a la daga de Bellatrix —dice en tono de burla haciendo que todos los presentes se rían.