Hannah Potter | Draco Malfoy [✓]

Sinopsis

Valle de Godric, 31 de octubre de 1981. El aire es frío y Lily y James Potter están en casa, intentando dormir a sus gemelos, Hannah y Harry.

—No estamos seguros, James, nos tenemos que ir —dice por enésima vez su mujer, Lily.

—Estamos seguros, Lily. Petter está protegiendo la casa.

Lily mira a Harry casi dormido ya y después vuelve a mirar a James.

—¿Cómo va Hannah? —pregunta.

—Está dormida ya, vamos a llevarlos a la cuna —los dos se levantan del salón y suben las escaleras hasta que llegan a la habitación de sus hijos.

Dejan a los pequeños tumbados en las cunas de madera y los dos se quedan mirándolos. Las lágrimas brotan de los ojos de Lily y James rápidamente le abraza.

—Todo va a estar bien, cariño —murmura dejando un beso en su cabeza, sabiendo que eso no es verdad.

Un estruendo suena en la parte de abajo y los adultos se separan para mirarse el uno al otro.

—Voy a mirar, cuida de los niños —dice James saliendo de la habitación.

—Hannah, Harry, tenéis que ser fuertes. No dejéis que os derrote, tenéis que luchar, tenéis que hacerlo por mi y por papá —los niños, que se despertaron por el ruido miran a su madre.—Por favor.

—¡Lily, coge a Harry y a Hannah y huye! —grita James desesperado desde abajo.—¡Es él! ¡Vete! ¡Corre! ¡Lo distraeré! —y eso es lo último que se escucha hasta que Lily alcanza a ver un rayo verde y el sonido de un cuerpo cayendo.

Rápidamente cierra la puerta y pone muebles delante de esta, pero es en vano, ya que Voldemort hace un hechizo y entra en la habitación.

Mira a Lily, y después a los dos bebés que están sentados en la cuna.

—Quita de en medio, Lily —dice Voldemort mirando a la mujer.—No es a ti a quien tengo que matar.

—No, no pienso moverme de aquí —dice sin mover ni un pelo.

—Lily... —repite el Señor Tenebroso, pero al ver que esta no se aparta, la apunta con su varita y dice unas simples palabras que son mortales.—Avada Kedavra.

El rayo verde sale disparado de su varita hacia el cuerpo de Lily, y esta cae hacia el lado, mientras Hannah y Harry la miran y comienzan a llorar.

Lily murmura unas últimas palabras mirando a sus hijos, y segundos después, muere.

Voldemort procede a decir las mismas palabras para matar a los dos bebés, pero cuando lo hace su propio hechizo rebota en ellos y le da a él, matándole.

(...)

Un ruido rompe el silencio de Privet Drive y cada vez se hace más fuerte mientras Albus Dumbledore y la profesora McGonagall miran hacia todos lados para ver de donde proviene. Una moto cae en el asfalto desde al aire, frente a ellos y de esta baja Hagrid, un semi-gigante. Cabello largo, desaliñado...

—Hagrid, por fin —dice Dumbledore.—¿Ha habido problemas por ahí?

—No, señor. La casa estaba casi destruida, pero los saqué antes de que los muggles aparecieran. Se quedaron dormidos mientras volábamos sobre Bristol.

Dumbledore y la profesora McGonagall se inclinan y entre las mantas ven a dos bebés casi idénticos, con el pelo negro azabache, y sobre ambas frentes, una cicatriz con la forma de un relámpago. La de Harry en el lado derecho, y Hannah en el contrario.

—¿Fue ahí? —susurra la profesora.

—Sí, tendrán esa cicatriz para toda su vida —responde Dumbledore.