xiii

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A la mañana siguiente, en el momento que Hannah abrió sus ojos azules y levantó su cuerpo de la cómoda cama de la habitación, sabía que un día largo le esperaba

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A la mañana siguiente, en el momento que Hannah abrió sus ojos azules y levantó su cuerpo de la cómoda cama de la habitación, sabía que un día largo le esperaba.

Y estaba en lo cierto. Pero no para mal.

—Os enseñaré defensa contra las artes oscuras, estoy aquí por pura iniciativa de Dumbledore, ¡ya está, punto y final! —exclama el profesor Moody mirando a todos.

Hannah alza sus cejas haciendo una mueca graciosa y después mira a Hermione girando su cabeza lentamente.

—Al final Ron tiene razón sobre lo de que este hombre está loco —le susurra a su amiga recordando el momento en el que Ojo Loco entró a Hogwarts en mitad de la cena.

—Raro pero cierto —asiente Hermione.

—¿Alguna pregunta? —pregunta el hombre mirando a las chicas, haciendo que las dos nieguen frenéticamente con su cabeza.—En lo referente a las artes oscuras yo me guío por mi enfoque práctico —suspira levemente el profesor.—Pero antes quien podría decirme cuántas maldiciones imperdonables hay.

—Tres, señor —dicen Mione y Hannah a la vez.

—¿Por qué llevan ese nombre? —vuelve a preguntar acercándose a ellas.

Draco aprieta el filo de la mesa mientras ve como el profesor se mueve lentamente hacia Hannah, en un intento por no saltar encima de este.

—Porque son imperdonables —dice obvia Hannah.

—El uso de cualquiera de ellas...

—Se condena con el ingreso en Azkabán —interrumpe Moody a Hermione girándose y escribiendo lo que acaban de decir las chicas en la pizarra.—El Ministerio os considera menores para ver sus efectos, mi criterio es otro. Necesitáis saber a qué os enfrentáis, necesitáis estar preparados —se calla durante un largo minuto y después se gira rápidamente.—¿Necesita otro lugar para desechar su chicle que no sea bajo el pupitre, señor Finnigan?

—Eso es trampa, ese vejestorio puede ver de espaldas —le murmura a Dean, pero el profesor lo escucha.

Moody alza su brazo y después le lanza la tiza que tenía entre sus dedos con fuerza haciendo que choque contra su cabeza y le deje el cabello blanco del polvo.

Hannah abre su boca y se gira para mirar a Seamus, quien está levemente descolocado por lo que acaba de pasar.

Detrás del Gryffindor, se encuentra Draco con Crabbe, quien mira al nuevo profesor con una sonrisa por haberle hecho eso a uno de sus enemigos. El rubio dirige su mirada hacia Hannah y alza sus cejas encogiéndose de hombros. La pelinegra niega con su ceño fruncido y después vuelve a girarse hacia delante.

—Bien, ¿por cuál maldición empezamos? —susurra para él.—¡Weasley! —exclama.

—¿Qué? —dice el pelirrojo asustado.

Hannah Potter | Draco Malfoy [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora