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La vuelta al castillo se hizo difícil para algunos, ya que llevaban demasiado alcohol en la sangre y no podían ni mantenerse en pie. Por ejemplo, Hannah. 

La chica caminaba tropezándose con sus pies agarrada del brazo de Draco, mientras cantaba la última canción que les enseñaron en la taberna. Draco sonríe divertido mientras la escucha desafinar en algunas palabras y se gira para ver si todos los demás siguen andando. 

—¡Qué alguien la mande callar! —grita Hermione.

—¡Cállate tú, Herms! —grita de vuelta Hannah.

—Callaos las dos, parecéis un viejo matrimonio —dice Harry y todos se miran dándose cuenta de aquel momento. 

Las carcajadas comienzan a brotar de las bocas del cuarteto de oro, y todos los demás los miran sin entender absolutamente nada. Poco a poco el ruido de sus risas se disuelve y todos se quedan serios. 

—Los echo de menos —dice Harry.

—Yo también, no hay un solo día en el que no me acuerde de ellos —suspira Hannah.

Llegando al jardín, Hannah se deja caer sobre la nieve y mira el techo estrellado, pronto, tiene a su hermano, Hermione y Ron tumbados con ella. Draco se sienta un poco más arriba de Hannah, y todos los demás se despiden para no quedarse en ese momento melancólico. 

Draco acaricia el largo pelo de la chica lentamente mirando como su cara se ve concentrada mirando el oscuro cielo. Una sonrisa brota de sus labios cuando sus ojos se miran. Hannah muerde su labio sonriendo y suelta un suspiro.

—Me lo he pasado bien esta noche —dice.—Si Sirius hubiera estado se hubiera emborrachado con nosotros.

—Sí, y Remus lo habría estado regañando por hacer eso en vez de reñirnos por beber alcohol —dice Ron riéndose.

—Al final se hubiera unido a la fiesta, ya sabéis... —dice Hermione.

—Lunático —sueltan todos al unísono y comienzan a reír. 

—Me sentí mal por no despedirme de ambos, ni siquiera pudimos hacerles un funeral en condiciones porque no teníamos el cuerpo de Sirius —dice Hannah frunciendo su ceño.

Draco, rápidamente pasa su mano por su frente arrugada y niega, sabiendo que cuando frunce su ceño mientras habla de algo que le entristece es porque va a llorar. Hannah mira al platinado y la primera lágrima cae rodando por su mejilla. El chico sonríe levemente y metiendo sus manos bajo los brazos de Hannah, la levanta para sentarla entre sus piernas. Con las yemas de sus dedos pulgares quita sus lágrimas y le da un beso en ambos párpados. 

—No pasa nada, cariño. Está bien, están bien —le sonríe y deja su cabeza en el pecho de él.

Hermione se gira para mirarlos y sonríe. La conversación cambió de rumbo cuando todos comenzaron a hablar de la rivalidad que todos tenían al principio.

—No, no. Fue tu culpa por venir con tu superioridad moral a presentarse de esa manera con nosotros —le dice Harry a Draco.—Date cuenta, los Potter somos superiores. 

Draco suelta una carcajada y mira al ojiazul.

—Más quisieras, me odiábais por envidia, está claro. 

—No te creas tan importante Malfoy, que a mi al principio tampoco me soportaban —se ríe Hermione.—Y sobretodo ella —señala a Hannah.

—¿¡Qué!? —exclama el chico.—Pero... ¡Pero si sois inseparables! 

Hannah ríe.

—Ahora, antes era insufrible. Los mismos aires que tenías tú por ser rico, los tenía ella por ser lista, ¡y a mi me mataba! —suelta Hannah.

Hannah Potter | Draco Malfoy [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora