Hannah Potter | Draco Malfoy [✓]

iii

—¿Te duele mucho, Draco? —le pregunta Pansy Parkinson, una chica de Slytherin, al rubio platino cuando llega al Gran Comedor.

—Se viene y se va, pero... He tenido mucha suerte, según Madame Pomfrey un minuto más y podría haber perdido el brazo. Estaré semanas sin poder hacer nada —responde moviendo su brazo vendado.

Harry, Hannah, Ron y Hermione miran a Draco sin poder creer lo que está diciendo.

—Esto es increíble —habla Ron.—Escuchad a ese idiota, se las está dando de héroe. ¿Lo oís?

—Me están dando náuseas de escucharle, Ron —dice Hannah.—Va a perder el brazo de verdad, pero esta vez va a ser por mi.

—¿De dónde sale esa furia, Hannah? —dice Hermione riéndose y Hannah le contesta con un encogimiento de hombros.

—Al menos no han despedido a Hagrid —dice Harry apretando sus labios.

—Pero he oído que el padre de Draco esta furioso —suspira la morena.

—Tal para cual —la chica Potter rueda sus ojos.

—Esto no ha acabado aquí —dice Hermione antes de que un grito le corte.

—¡Le han visto, le han visto! —grita Seamus con un periódico en sus manos entrando al Gran Comedor.

—¿A quién? —pregunta Ron.

—A Sirius Black —responde el mismo dejando el periódico en la mesa.

Los dos hermanos se levantan rápidamente y miran el periódico.

Hannah no escucha nada, solo lee y relee la noticia, tiene los oídos taponados, como si estuviera bajo una piscina, y un nudo en sus estómago que le impide hacer algo más que mirar el periódico. Harry mueve a su hermana y esta le mira con el ceño levemente fruncido.

—No pasa nada, vamos a estar bien —murmura.

—¿No se le ocurrirá venir a Hogwarts, no? —dice Neville.

—Hay dementores en todas las entradas —le responde Seamus.

—Dementores... Ya los ha burlado una vez, ¿no? ¿Quién dice que no lo volverá a hacer? —dice Neville mirando el periódico y de nuevo a Seamus.

—Tienes razón, Black podría estar aquí, sería como atrapar el humo, como coger el humo con las manos —dice Bem.

Todos en el Gran Comedor cuchichean sobre Sirius, pero los hermanos no se atreven a hablar, y es así hasta que llegan a la clase del profesor Lupin.

—Intrigante, ¿no creéis? —dice el profesor.

Todos los alumnos tragan saliva mirando el armario moviéndose violentamente hacia un lado y hacia otro.

—¿Hay alguien que se aventure a adivinar que es lo que se esconde dentro de este armario? —pregunta.

—Es un boggart —dice Hannah rápidamente y el profesor asiente mirándola.