xlix

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Hannah llega a la plataforma junto a Dean y allí abraza a su hermano, a Herms, Ron, y a los gemelos. Se fue con Dean toda la semana y no había sabido nada de ellos durante esos días.

—¿Cómo estáis? —pregunta el moreno.

—Bien, con ganas de empezar de nuevo —responde Hermione.—¿Y vosotros?

Hannah se encoge de hombros, mirando la gente de la plataforma sin darse cuenta de que está buscando al platinado. Cuando se percata de aquello, devuelve la vista a su mejor amiga y tras un suspiro dice:

—Nerviosa.

Hermione asiente sonriéndole y la abraza.

—Todo irá bien, haz lo que tu corazón te diga —le susurra en el oído.

La pelinegra cierra los ojos y aprieta con fuerza el cuerpo de su mejor amiga. Asiente con su cabeza, y sin echar ningún vistazo más entra en la locomotora.

Herms, junto a Dean, había sido una de las personas que más había ayudado a su mejor amiga en el tema Malfoy. Entiende que Hannah esté furiosa con él, que no quiera ni verlo en pintura, pero por otro lado también entiende al platinado. El chico estaba en la tesitura de irse con su familia o quedarse con la chica a la que ama, y cualquiera en su sano juicio hubiera elegido la primera opción. Para Draco realmente fue algo difícil, pero tras mucho pensarlo dio el paso, y únicamente fue por Narcissa, si únicamente hubiera estado Lucius, otro gallo hubiera cantado, pero no fue así y por eso él se marchó. Hermione entiende a los dos, por eso no se posiciona del lado de ninguno.

Fred se le acerca rápidamente y comienza a contarle todas las bromas que tienen preparadas para los profesores haciendo reír a la chica.

—Dios, este año os voy a tener que ver todos los días —se queja Hannah.—Os podríais haber graduado ya, no os aguanto —bromea.

—Sí claro, este año va a ser el mejor de tu vida, pequeña —le responde Fred.—Vas a arrepentirte de no haber nacido antes para haber estado en otros años con nosotros.

Hannah suelta una carcajada y el chico sigue hablando con ella mientras encuentran un compartimiento vacío. Hannah abre la puerta y entonces escucha ese nombre que había estado evitando oír desde hace dos años.

Tenía la esperanza de que no volviera, de que conociéndolo, simplemente dijera que venir de nuevo era para perdedores. Tenía la esperanza de no tener que volverlo a ver en su vida, de poder hacer este último año tranquila por si se lo encontraba o no, pero entonces, ese nombre parece que retumba por todas las paredes hasta llegar a su tímpano.

No te gires, no te gires.

Pero después de dos segundos de ese pensamiento, su cuerpo se gira hacia él.

Se topa con sus ojos grises mirándola fijamente, y entonces sus piernas comienzan a temblar. Se agarra a la puerta mientras todos los de dentro siguen hablando. Mira como va vestido y su cara, nota que su pelo está más corto y su piel más pálida. Aunque le separan unos cuantos metros, se percata de que el labio inferior del chico tiembla.

Lo tiene frente a ella, y lo único que le apetece es pegarle un puñetazo en la nariz, porque después de todo lo que ha hecho, no ha conseguido olvidarlo. Ni siquiera dejar de quererlo un poco. Y lo odia por ello, lo odia porque a pesar del daño que le hizo al irse, el chico se ha conseguido meter hasta debajo de la piel de Hannah. Mientras no lo veía la chica creía tenerlo superado pero ahora... Se da cuenta de que Dean solo ha sido el parche sobre la herida y se siente mal por él, pero es la verdad.

Enfadada con la vida, y sobretodo con ella misma, lanza la varita de Draco hacia él y al segundo se arrepiente.

Joder, qué haces.

Hannah Potter | Draco Malfoy [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora