Hannah Potter | Draco Malfoy [✓]

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Dos semanas habían pasado ya desde que Bellatrix Lestrange se llevó a Hannah Potter a la mansión Malfoy. Dos semanas desde que Harry no sabía nada de su hermana, y una desde que Ron se fue cuando los dos chicos del grupo se pelearon.

—Hannah sabría lo que hacer si estuviera aquí —dice Hermione.—Ella siempre sabe apaciguar las cosas.

—Lo sé —dice Harry y después sonríe.—O hacerlas peor.

Ambos chicos ríen con ganas fuera de la tienda. El viento sopla fuerte y ambos están con sus espaldas apoyadas en el gran tronco del árbol sentados. Tienen una manta de cuadros roja echada encima de ellos y aparte sus abrigos. Todo está oscuro y lo único que se escucha es el viento soplar y la charla de los chicos.

—¿Crees que estará bien? —pregunta Harry.

—Sinceramente no lo sé, no sé que decirte —le responde su amiga.—Si se la llevó Bellatrix, ambos sabemos para que fue. No quiero mentirte diciéndote que puede estar bien solo porque estés tranquilo, porque sinceramente no creo que lo esté —apoya su cabeza en el hombro del chico y suspira.—Aunque todo el tiempo que Ron tenía encendida la radio nunca se escuchó nada de ella. Puede ser una buena señal.

—O puede que simplemente no lo digan hasta que me tengan a mi también —muerde su labio.—Al fin y al cabo yo soy el de la profecía, si se llevaron a Hannah fue porque no me pilló a mi, y puede que la utilizara como vía para llegar a mi, pero ninguno de los dos sabemos dónde está el otro, si no si que hubiera ido a por ella.

—Lo sé, Harry, morirías por ella y ella mataría por ti, tan iguales pero a la vez tan diferentes.

Harry suspira y mira sus manos para después depositar un beso en la cabeza de Hermione.

—Ve a dormir, yo hago la primera guardia —le dice.

Hermione sonríe asintiendo y entra en la tienda para después acostarse y quedarse plácidamente dormida.

Harry coge piedras y comienza a tirarlas hasta que ve una luz azul destellante entre los árboles, cuando enfoca su mirada se da cuenta de que se trata de un Patronus, y poniéndose en pie, comienza a seguirlo.

Lentamente se aleja de la cabaña dónde está Hermione y atraviesa el bosque sin perder de vista a la cierva. Cuando esta se vuelve una bola azul y se dirige hacia la mitad del lago helado, Harry tarda un momento en comenzar a andar hacia allí.

Temía que aquella bola azul fuera la misma que la de la boda de Will y Fleur y aparecieran mortífagos por doquier. Una vez ve que todo sigue tranquilo, camina con cuidado por el hielo y se arrodilla justo donde la bola se encuentra.

Bajo él puede divisar la espada de Godric Gryffindor, el legado de Albus a Hannah. Harry suelta todo el aire que tenía guardado sin darse cuenta cuando la ve y rompe el hielo lo suficiente como para que la espada salga.

—Accio espada —dice apuntándola con la varita, pero esta no hace ningún movimiento.

El chico bufa y cuando vuelve a la nieve se quita toda la ropa, quedando únicamente con los bóxer y el guardapelo. Camina de puntillas por el hielo y entonces se zambulle dentro del agua.

El agua está helada, claramente, y le cuesta un poco moverse debido al frío que siente. Una vez empieza a bucear hacia dónde está la espada puede tocarla con la punta de sus dedos, pero entonces el guardapelo emite un sonido agudo y comienza tirar del cuello del chico haciendo que se aleje tanto de la espada como del hoyo que ha hecho anteriormente para entrar.

Harry grita dando golpes al hielo intentando romperlo, pero el guardapelo sigue moviéndolo a su antojo, haciendo que cuando esta casi inconsciente, alguien coja su brazo y lo saque del agua.