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Las clases terminan pronto y ambas amigas caminan en silencio hacia el Gran Comedor.

Allí, el gran árbol de Navidad ya está montado con adornos, las paredes están decoradas con cintas de colores y del techo caen grandes lámparas de cristal.

Varios alumnos están ya allí para comer y después irse durante las vacaciones, para así ver a sus padres, por lo que hay montones de maletas en el principio de la gran sala.

—Pensaba que no se iría tanta gente —dice Hermione mientras ambas se sientan.

Hannah se encoge de hombros.

—Todos, o casi todos, son de primer año, sus padres los echarán de menos. No están acostumbrados a esto —le responde.

El comedor comienza a llenarse de gente, tanto profesores como alumnos, y cada quien se sienta en su respectivo sitio.

Ron y Harry caminan hacia las chicas hablando entre ellos sobre algo que les causa gracia y entonces se sientan.

—¿Qué os vais a poner? —pregunta Harry.—Ron dice que se va a poner el mismo traje que el año del Torneo.

—No fastidies, Harry —gruñe Ron.—Es un pesado, no para de decirme lo mismo todo el rato.

Harry se ríe mirando a su mejor amigo.

—Tú tampoco ibas tan guapo, eh —bufa el pelirrojo haciendo que la sonrisa del chico se borre.

—¿Cómo dices? —frunce su ceño.—Chicas, a que iba guapísimo, decídselo.

Hannah y Hermione asienten alzando sus cejas y después de miran entre ellas poniendo sus ojos en blanco.

—Hay que pensar que en dos meses y poco nos graduamos, tenéis que guardar vuestras mejores galas para esa noche —dice Hermione.

—Bueno, eso si aprobamos —murmura Ron.

—Está claro que aprobaremos, no te pongas nervioso aún, los exámenes finales aún no empiezan, tienes tiempo para estudiar —dice Hannah sonriéndole.

—Además, después de todo lo que ha pasado, seguro que todos salimos aprobados —asiente Harry.

Todo el mundo se queda en completo silencio, cuando Snape comienza a hablar, recordando que esa misma noche sería el baile y que había que comportarse. Tampoco se podría beber alcohol, pero eso lo tenían bien pensado Fred y Hannah, los cuales se miran sonriendo.

Tras la comida, el cuarteto de oro decide ir a Hogsmeade a tomar una cerveza de mantequilla mientras esperan la hora para prepararse para el baile.

Hannah sale del gran comedor después de lanzarle una mirada a Draco, quien le sonríe con sus labios sellados.

Tras el beso... No habían habido más besos. Ambos chicos pusieron una línea de límite que no podría pasarse, al menos ahora. No es que no les gustara el beso, es que Hannah no quería que todo fuera tan rápido después de todo.

A ambos les gustó el beso, ambos lo necesitaban y lo habían echado muchísimo de menos, y puede que esa sea una de las razones por la que los dos ahora se encontraban genial entre ellos.

Habían vuelto a quedar todas las noches cambiando el sitio, ya no lo hacían en la Torre de Astronomía pues ambos tenían malos recuerdos, ahora lo hacían en el patio trasero de Hogwarts, donde justo enfrente de escondía el Bosque Prohibido y todo estaba completamente en silencio.

No tardaron en encontrar un nuevo lugar pues cuando ambos estaban paseando mientras hablaban, sin darse cuenta tomaron asiento allí y así fue como lo decidieron. No hubo una explicación como la tenía la Torre de Astronomía, simplemente pasó.

Hannah Potter | Draco Malfoy [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora