Aine
Un quejido de dolor desvió mi atención del rubio y de sus amigos corriendo calle arriba, en dirección al puente. El pelinegro, que ya no llevaba su gorro, termino de levantar a su amigo del suelo. Este continuaba quejándose por lo bajo, logre diferenciar algunas maldiciones entre su dolor.
- ¿están bien? -pregunte acercándome unos pasos, pero sin cruzar la calle. Si algo aprendí bien es que todo desconocido es peligroso- ¿Quieren que llame a una ambulancia?
- ¡No! -casi grito el pelirrojo- No, no gracias.
Definitivamente este chico era Salvatore.
- ¿Estas seguro que no quieres ir al hospital? -le pregunto su amigo- Podrías tener algo roto.
- Mi corazón esta roto...
- Ash... Te dije que no era buena idea salir con esa chica y mírate. -suspiro. Al terminar de cruzar la calle estaban frente a mí. Sus ojos marrones resaltaban tanto bajo la tenue luz de la entrada del edificio. ¿Cómo podían unos ojos brillar tanto en la oscuridad? - ¿Vas a dejarnos pasar?
- ¿Viven aquí? -pregunte.
- No, haré que mi amigo suba cinco pisos por las escaleras para castigarlo por idiota. -sentí el sarcasmo de su voz.
- Que buen amigo. -le respondí abriéndoles la puerta.
- Gracias... eh... -levanto la cabeza Salvatore. Uh, se veía bastante mal su rostro. - ¿Nos dijiste tu nombre? -negué- ¿nos lo dirás?
- Aine.
- Gracias Aine, eso fue muy peligroso...
- Y estúpido. -termino por decir el pelinegro.
- Os estaban golpeando. ¿se supone que debía dejar que lo hagan? -cerré la puerta.
- No sabías que eras nosotros y aún así, solo nos hemos visto un día y por pocos tiempo -respondió Dan.
- Tengo poco sentido de supervivencia.
Lo dije como broma, pero también con un tinte de verdad. Dan se detuvo en la escalera provocando otro quejido de Salvatore. Levante mi cabeza para poder verlo, fruncia el ceño. Sostuve mi mirada en la suya hasta que Salvatore comento que de verdad le dolía la espalda y que agradecería que su amigo continuase subiendo las gradas. Dan asintió y terminamos de subir las escaleras hasta el quinto piso.
Dan saco las llaves de la chaqueta de Salvatore, tuvieron suerte de no perderlas. Abrió la puerta y con agradecimiento más de Salvatore este entro. Comencé a subir las escaleras cuando su voz me detuvo en medio camino. Me di la vuelta para verlo apoyado en la puerta.
- Oye, -repitió- debes mejorar tu sentido de la supervivencia. -parecía serio- Ayudar esta bien, pero era más sensato llamar de verdad a la policía.
- Lo sé. -levante los hombros- ¿Qué haces? -le pregunte cuando cerró la puerta y comenzó a subir las escaleras.
- Te dejaré en tu puerta. -lo mire incrédula- Hay personas malas en este edificio...
- En todas partes. -le dije desde atrás.
- Solo acepta mi ayuda. Verificamos que nadie entro en tu departamento y me iré. – No podía creerlo- Deja de mirarme así.
- Es solo que creo que tu eres lo más peligroso de eso de "verificar que no haya nadie". -suspiro.
- En el primer piso vive un hombre que es adicto. No sé como hace para pagar el departamento, pero con Sav aprendimos a nunca dejar la puerta abierta.
- Bien, eso me asusta. -levanto lo hombros.
- ¿No te dijo tu tía que cerraras siempre la puerta? -asentí- ¿Y?
- Estaban golpeando a dos personas en la calle. No parecía justo cinco contra dos.
- Cierto. Gracias por eso. No lo vuelvas hacer. -se paró.
- ¿Dejo que os golpeen la próxima? -le pregunte terminado de subir las escaleras.
- No, llamas a la policía y podrías grabarlo. -se hizo a un lado- supongo que tienes llaves por la puerta esta cerrada.
- No usamos llaves. -conteste- Mi tía las pierde muy seguido así que instalo este mecanismo de clave.
- Vaya... -lo mire- ¿seguro están del lado de la ciudad correcto?
- Aún no lo sé. -Abrí la puerta y prendí la luz del pasillo. - ¿Pasas? -parecía sorprendido- Dijiste que ibas a revisar si no había nadie... -Solo asintió. – No puedes entrar con las botas.
- Lo sé, ya vine una vez y a tu tía casi le da un infarto cuando nos vio con los zapatos en su sala.
- Oh, ok.
Revisamos en todos los lugares donde una persona adulta podría esconderse y también aquellos en los que parecía imposible. Teníamos de fondo la voz de algún yotuber random que seguro se puso cuando se termino la playlist. Olía a menta con anís, seguro era algún coctel que termino sobre su ropa.
- ¿Por qué lo estaban golpeando? -pregunte.
- En resumen, Sav tenia una cita y la chica tiene novio o tenía. -se rasco la cabeza- Parece que no hay nadie.
- ¿Se pelearon por una persona? -Eso me salió con más desprecio del que pretendía- Digo, muchos.
- En ocasiones solo hay una persona en nuestro mundo. – me quede en completo silencio, pues lo que decía tenia razón. Y mucho más sentido de lo esperado. – Si, no hay nadie. Adiós.
- Gracias. Cuida de Salvatore.
Metió sus pies en las botas, asintió y se fue. Como es que todo su estilo se ve más rudo de lo que parece, o es que, en realidad es peligroso, pero sabe cómo ocultarlo. Estuve parada viendo la puerta por varios minutos. Sali del trance de mis pensamientos gracias a la alarma. Era hora de tomar la pastilla para dormir, pero no había terminado de comer ni los deberes.
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Another love
FanfictionEn el caos de su mente, Aine, no podía dar respuestas a todas sus preguntas. Y junto a los secretos de su familia, poco o nada era lo que sabía. Pero, confiaba en estas tres cosas: 1. Siempre lo había necesitado a su lado. 2. Jamás podría olvida...