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AINE

Tener a Dan presente mientras cumplía mis horas de trabajo en el videoclub se ha convertido en una rutina. No siempre estaba las seis horas conmigo, pero siempre venia de una a tres horas al día y la mayoría de las veces caminaba conmigo a casa.

Le pregunte una vez si eso no interfería en su rutina normal o si le quedaba lejos de su casa. Me dijo que no, que estaba bien, que total el vivía muy cerca de aquí. Sav tampoco parecía muy abierto en contarme o llevarme a la casa de Dan, aún así, no me parecía muy problemático.

Una tarde, mientras arreglábamos y limpiábamos el polvo de los estantes volví a ver las líneas del tatuaje en el costado de su cuello aparecer bajo su cabello. La curiosidad me engullo.

― Tienes un tatuaje en el cuello ― solté una tarde en el videoclub. Dante me miro desde el final del pasillo, estábamos colocando y limpiando el polvo de las películas de la p a la s.

― Si, tengo varios. ― dijo con la misma tranquilidad de siempre.

― ¿Puedo verlo? ― Siento mucha curiosidad por aquel que se oculta tras su oreja, bajo mechones de cabello. Lo único que había notado hasta ahora, era que no era de tinta negra.

― ¿Por qué? ― se levantó― es solo un tatuaje.

― Entonces, si es solo un tatuaje... ―me arriesgue a decir― ¿por qué no puedo verlo?

― Ya lo verás en su momento, si hace buen tiempo. ― me queje y se rio― No es nada especial.

― No te creo. Todo en ti es especial... ― mordí mi lengua. ¿Qué acababa de decir?

― Eso es muy amable de tu parte ― sonrió sin mirarme― Pero no soy especial, soy muy común. Un chico más del montón.

― Lo mismo le dijeron las rosas al principito ― coloqué la adaptación en su lugar.

― Dices que soy especial porque me conoces... ― levanto una ceja.

― No y sí. ―me cruce de brazos― Las cosas y las personas no son especiales hasta que se las conoce y se comparte tiempo con ellas o en ellas. ―Volví a tomar más películas para limpiarlas― Así como mis puzles, no son especiales por ser puzles. Son especiales porque son una parte de mí.

― ¿Soy una parte de ti? ― asentí. ― Oh, que bonito... ― lo miré― Oye, me merezco la mitad de tu paga.

― ¿Por qué? ― alargue la e de mi pregunta.

― Hago la mitad del trabajo. ―levanto los hombros.

― Eso es porque tú quieres hacerlo. Yo no te obligue...

Seguimos conversando de otras películas, o bueno Dan leía el título de la película y yo le decía si la había visto o no y viceversa. Aún así, no podía salir de la curiosidad sobre aquel tatuaje. Incluso comenzaba a pensar que ya lo había visto antes en algún lugar, pero eso sería absurdo. Antes de vivir con mi tía, no lo conocía.

[🧩]

― ¿Por qué pasan tanto tiempo juntos? ― Miramos a Sav entrar al pequeño patio tras la estatua donde nos encontrábamos.

― No es nuestra culpa que quieras embellecer tu currículo para la universidad― le contesto Dan sonriéndole.

Las sonrisas y, mucho más, la comodidad con la que ambos chicos se manejaban estando juntos parecía casi irreal. Como si se conocieran de principio a fin y si no los conociera a ellos y a las andadas de ambos, pensaría que en algún momento ambos tuvieron algo.

Another loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora