Yoongi
Estaba cien por ciento seguro que Aine sabía todo lo que hacían sus padres y desidia ignorarlos. En los primeros momentos no quise culparla, se muy bien como es su relación. Veo como su madre la mira, a ratos parece adorarla y al siguiente no es capaz de verla. Como si su hija le hubiese arrebatado algo que ella adoraba. Aun así, el daño que causa es abrasador. Parece no tener piedad, ni con ella misma.
Y luego esta su padre, quien técnicamente no los abandono porque seguía en la misma casa. Pero parecía un fantasma, nunca se lo veía en los momentos cruciales de sus hijos. Y ahora con todo lo que Aine le había contado sobre la amante las cosas cobraron sentido. Pero, ¿por qué sus hijos son los que están pagando por todo eso?
Miré a mi padre en el salón de casa, mirando una revista mientras mamá leía un libro junto a él. No podría vivir sabiendo que alguno de ellos se arrepiente de tenerme, o tal vez si... Sería desgarrador, sin duda.
— Yoongi, — me llamo mi padre— no te olvides la planta que me pediste comprar.
— ¿te interesa la jardinería corazón? — pregunto mi madre. Negue. — Entonces, ¿es para alguien especial?
¿Era alguien especial? Tuve que pensarlo, pero estaba claro.
— Si, es alguien especial.
— Y deseas llevarle suerte, por eso los tréboles. —aventuro mi madre.
— Se que le gustan mucho. Aine me dijo que tiene un tatuaje de ellos y quiero pedirle disculpas por cosas que pensé de él. — sus padres parecieron inquietos. Ambos cerraron lo que estaban leyendo.
— ¿Esa persona te lastimo hijo? —hablo primo mi padre.
— No. —me puse la chaqueta, aún corre el frio afuera — Para nada. Es solo que tuvimos la mala suerte de conocernos bajo malas circunstancias.
— Oh, entiendo. — mi madre miro a mi padre con tranquilidad— ¿Quieres llevar el coche? No me gusta que regreses a casa tan tarde. Sabes que los buses no pasan después de las ocho y siempre que ves a Aine regresas pasadas las once.
— Estaría bien llevar el auto si eso te hace estar más tranquila. —mi padre indico el abrigo negro junto a la entrada.
— No conduzcas muy rápido. Recuerda que siempre te queremos de vuelta.
— Si papá.
— Te quiero. Regresa. — dijo mamá.
— Os quiero. Volveré. — los miré y sonreí.
Y mientras salía por la puerta pensé en lo afortunado que soy de tener los padres que tengo. Cuando les conté lo que pasaba con Aine, obviamente saltándome los comentarios de sus padres. Ellos no necesitaban saberlo. Ambos me escucharon en silencio mientras yo les relataba todo lo que paso, como habíamos discutido, como me sentía desde su ausencia, la presencia de Clary.
Sobre como me sentía cuando la veía en el pasillo o la forma en la que presentía que estaba apunto de entrar a clase. Pero, sobre todo, les dije que su ausencia en mi vida era una costumbre no deseada, una ola gélida y cruel. Mis padres con toda la calma se dieron el tiempo de explicarme que no todos los noviazgos duran para siempre que hay cosas que los rompen en su totalidad y que debemos aprender a no arrastrarnos al caos por ello. Y por un momento pensé que me dirían que me alejé de ella. Sin embargo, terminaron diciéndome que si tanto la quería debía intentarlo una vez más. Decirle la verdad de todo, ser sincero y tal vez, su mente, seguía esperando mi regreso. Y así fue, mas o menos.
El cementerio no resultaba lejos cuando ibas en auto, a menos de veinte minutos. Aunque no podía sacarme el pensamiento de si esto sería correcto. Acaso tendría algún tipo de sentido que yo vaya a verlo. El semáforo volvió al verde y elimine esos pensamientos diciéndome que ya había tomado una decisión. Me he prometido ir, y no comenzaré a romperme promesas.
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Another love
Fiksi PenggemarEn el caos de su mente, Aine, no podía dar respuestas a todas sus preguntas. Y junto a los secretos de su familia, poco o nada era lo que sabía. Pero, confiaba en estas tres cosas: 1. Siempre lo había necesitado a su lado. 2. Jamás podría olvida...