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Aine

El sonido de un mensaje me saco de los pensamientos pesimistas que comenzaban a formarse en mi mente. Leí mi nombre en el primer mensaje de mi madre.

Mamá

Tn

¿Cuántas veces tengo que repetirte las cosas?

DEJA DE IR AL MALDITO HOSPITAL

No lo escribió en mayúsculas por que sí, ella estaba gritándome.

Ya entiende hija.

Lo que le paso a ese muchacho no fue tu culpa.

La gente que va por malos caminos siempre termina así.

Falso.

Te lo estamos diciendo por tu bien.

Y si tan mal te sientes, solo firma los papeles y despídete.

Sigue yendo al psicólogo, toma tus medicinas y sigue

adelante, por amor a dios!

¿Qué era ese tipo para ti? nada.

NADA.

Si quieren sus órganos dáselos y ya. ¿Qué tanto te duele?

― Que gran forma de convencerme, mamá.

Es que no lo entiendo. No tuvo suficiente con meterse en tu vida

también te hace responsable de estas cosas.

¿No tiene familia que pueda encargarse?

¡Mamá!

Por favor, ya basta

Preocúpate por tu verdadera familia.

Escribí que él era mi familia, y no era mentira. En eso se había convertido en menos de un año. Antes cuando pensaba que el amor tenía un raro manejo del tiempo, no era completamente consciente de lo acertado que era mi pensamiento. De otra forma, no podría explicar el impacto que tiene Dan en mi vida y lo que logro hacer por mí en tan poco tiempo.

Recuerdo perfectamente cuando le di mi monologo en como las personas se enamoran a diferentes tiempos y porque deberíamos dejar de lado el tiempo en el amor. Me escucho de principio a fin sin hacer bromas groseras o decirme que lo que pensaba era tonto.

― Dan, eres el tiempo más corto en el que la vida me enseñó a amar a alguien. ― aun con mi móvil en la mano, mire su rostro― ¿Lo sabes verdad?

Le respondí a mi madre que siempre estuvo para mí y eso desencadeno una horda de mensajes unos más hirientes que otros. Así que apague el móvil. "Si no sabes cómo manjar una situación, distánciate un poco de ella y tal vez, encuentras otra perspectiva. Una más útil" me dijiste.

Mire el monitor que marca los latidos de su corazón, el ruido que comenzaba a hacer parecía raro. Estaba perdiendo el ritmo que tenía minutos antes. En los segundos en los que me levante del sofá y llame a la enfermera, cuando esta llego el monitor soltó un continuo sonido agudo y la enfermera grito.

― ¡Código azul!

Un grupo de doctores y enfermeras entraron corriendo a la habitación. Se movían con velocidad tomando y apartando las cosas que cubrían el pecho de Dan. Me pegue a la pared en silencio, no podía estar pasando. Comenzaba a parecerme físicamente imposible.

― Alguien saque al familiar de la habitación ― escuche decir a quien parecía ser el doctor a cargo.

Uno de los cuatro enfermeros en la habitación se acercó a mí y comenzó a llevarme al pasillo. No quería ir, no podía irme. No si Dan iba a morir... No podía dejarlo ir en una habitación llena de desconocidos. Forceje e intente soltarme.

― Escúchame ― me tomo de los brazos― Es más fácil para los doctores ayudarlo si no sienten tu miedo o ven tus lágrimas.

― No estoy lista. ― dije― Dan, no estoy lista... no... no estoy lista.

Le repetí viéndolo por la ventana. El miedo recorría todo mi cuerpo, mi mente estaba lista para tragarme en sus profundidades y yo estaba perdiendo mi fuerza cuando su corazón volvió a latir de forma normal. Me deje caer al suelo de rodillas frente a la ventana de la habitación. Puse mis manos en el suelo mientras las lágrimas volvían a brotar de mí. Tal vez era verdad que estaba inundada y por eso parecía que mis lagrimas no se terminaban.

Débil, me sentía completamente débil y vulnerable. En cualquier momento lo podría perder, no entendía porque no había pensado en esa posibilidad o si la estaba ignorando porque dolía demasiado.

― Hey, ― me dijo el enfermero con tono suave― él está estable ahora. Su corazón está latiendo nuevamente.

Me tendió la mano para ayudarme a levantarme dl suelo. Esperaba que entendiese que no le di las gracias no por ser maleducada sino porque en mi mente otra posibilidad se había presentado y ocupada todo el espacio. Tal vez, ni siquiera tendría que tomar una decisión sobre Dan. Tal vez la vida me lo quitaría mucho antes.

― Señorita ―hablo el doctor― no me gusta insistir con esto, pero

― No lo haga, no insista. ―lo interrumpí.

― Debe tenerlo en cuenta.

― Por favor, no lo ve. ¿Acaso no se da cuenta? ―deje de mirar a Dan― No puede ver que estoy al borde, que no se como manejar mi vida y mucho menos esto. ―respire― No soy una mala persona y entiendo porque quiere que decida si donar o no sus órganos, pero quiero que piense en lo que significa para mí. No solo debo llevar con la culpa de ponerlo en esta situación, sino que tambien debo cargar con el conocimiento de que será mi palabra la que termine con todo. No estoy haciendo esto porque no quiera salvar. No me haga sentir culpable por otras personas, no puedo con eso.

― Me disculpo por mi imprudencia. ―asentí.

― Lo pensaré, pero no...

― Entiendo. Estaremos al pendiente de cómo sigue el paciente. Hasta luego.

― Gracias. 

T.Lizy

Escuche lo que paso con Dan.

¿Estas bien?

Esa es una muy buena pregunta. ¿Cómo estoy? Llevo unos días muy agitados con todo lo que esta pasando. Y le agradezco a mi tía que me mantiene fuera de alcance de las manos de mi madre. O tal vez, ellos intentan manejar sus propios problemas maritales. Lo poco que me importa ahora lo que ellos hagan, solo espero que Eliott no se vea tan afectado por todo.

― Deja de divagar Aine. ―me dije. ― Necesitamos poner la mente en la tierra.

Le respondí a mi tía que todo seguía igual que antes, sin novedades. No podía decir que estaba bien, al menos me daría ese lujo. 

Another loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora