44. No lo olvides

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Aine

1 de diciembre de 2019, 9:30 a.m.

Creo que como personas nunca pensamos en que tan cerca de nuestros hogares esta el cementerio o, yo no lo pensé. Resulta que a menos de cinco cuadras esta el cementerio donde su madre yace. Un lugar lleno de verde, con muchos árboles. Estaba segura de que este lugar le habría parecido bello pues siempre tuvo una extraña fijación por los verdes. Aunque su trébol fuese azul.

― ¿Segura quieres seguir? ― seguí mirando aquel auto que lo llevaba hacía el lugar donde estaría para siempre y asentí. No podía dejarlo solo.

9:37

Colocaron su ataúd y después de unas palabras del padre y Aiden; las cuales no supe comprender o escuchar pues sentía que todo comenzaba a girar, comenzó a bajar.

"No" tape mi rostro con mis manos.

― Aine... ―me sujeto Yoongi. Quite mis manos de mi rostro, pero las seguía apretando con fuerza.

¿De verdad esto era todo? ¿Por qué acabó así? ¿Cómo podría vivir sabiendo que fue mi arrebato de querer encontrarlo lo que lo llevo a esta situación?

Comenzaron a llenar la tierra sobre él. Retrocedí chocando con mi tía. Intento sujetarme, pero camine hasta el árbol que mas cerca estaba a nosotros. Apoyé mi mano en su tronco y solté aire. Cerré los ojos y bajé la cabeza, duele demasiado. Solloce.

Seguía aferrada al árbol como si mi vida dependiera de ello mientras que con mi mano libre recorría mi pecho, la limpiaba en mi pantalón y volvía a repetirlo. Comencé a escuchar los murmullos de las personas al pasar a mi lado, murmullos llenos de curiosidad por saber quien era y porque actuaba así. Levante la cabeza y encontré varias miradas de desconocidos sobre mí.

Dándoles la espalda me apoye en el árbol, ahora con todo mi peso sobre él pues sentía que yo era demasiado para mi misma. Yoongi y mi tía se pararon atrás de mi obstruyendo la mirada de los curiosos. Desde aquí pude ver como Aiden consolaba a su hijo a pesar de él, también, estar llorando.

Sav arrodillado a un lado de quien en vida fue su amigo y hermano se negaba a ponerse de pie. Camine hacía él con las pocas fuerzas que poseía, pues comenzaba a sospechar que todo esto solo era el comienzo de la pesadilla. Golpee mis rodillas en el suelo tome la mano de Sav, Aiden se aparto y este me miro.

― No quiero dejarlo aquí solo ―dijo entre el llanto el pelirrojo.

― ¿Qué vamos a hacer? ―fue mi respuesta antes de abrazarnos.

La forma que tuvo de unir las piezas de mi mente, como si conociera a la perfección el rompecabezas, fue tan abrumador como la manera en la que me amo. Tan silenciosa, cálida y verdadera. Sin pedirme nada a cambio de todo el tiempo que compartimos, sin buscar nada. Dante solo estaba ahí para nosotros como nosotros para él.

Joder que lo extrañaríamos si nos acostumbramos a ver tres sombras caminando juntas sobre la acera. A sus comentarios engañosos para Sav o a como se aseguraba que siempre estuviese presente con ellos. Le dio una mano a mi mente y la ayudo a caminar en su soledad para que pudiese encontrarlos en el mundo exterior.

Que manera más pura de amar nos dio Dan a ambos. Debe ser por eso que duele tanto dejarlo ir porque nos amo de la forma más pura que existe, nos amó ayudándonos a buscar tiempos mejores.


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8 de diciembre de 2019

Aquel día de su entierro, me encerré mi habitación y me acosté en mi cama. Entre tic tacs me parecía verlo acostado junto a mí, con su típica sonrisa mientras me conversaba sobre los arreglos para la nueva exposición en la galería. Pero cuando parpadeaba y volvía a correr el tiempo, no estaba y el impulso de romperlo todo me consumía.

Era consciente de que pasaban los días, pues siempre comprendí que el tiempo está fuera del control y dominio de nosotros. Que por más que mirase el reloj en mi mesita de noche este no retrocedería ni se detendría, aunque yo me sintiera congelada en el mismo día.

― ¡Vete! ― le grite a la cama desde el escritorio y comencé a lanzar cualquier cosa que estuviese a mi alcance. Libros, cuadernos, el estuche de los lentes, un vaso y la tasa... entre muchas otras cosas que provocaron que Yoongi, quien se negaba a dejarme sola, entrase corriendo por la puerta con mi tía atrás de él.

― Basta Aine, basta ― sujeto mis manos. ― Destruir no hará que él vuelva o se vaya.

― Traeré la escoba, tengan cuidado al caminar. ― dijo mi tía antes de salir.

― Corazón, yo sé lo que él significa para ti y esto ―señalo los restos de la taza y el vaso― no van a ayudarnos. Ni a ti ni tus recuerdos de él.

― Es que estoy molesta de tener que verlo solo en recuerdos. No tengo una foto suya ni un video, y siento que cada vez lo olvido más. Y creo que mis recuerdos me mienten sobre él, no quiero olvidarlo Yoongi.

― Lo sé.

―No, no lo sabes. Porque tú no estabas cuando el llego, tú no viste lo que encontró en mi ni lo que hizo para ayudarme. Nadie tiene idea de la absurda y abrumadora paz que su presencia me daba, ustedes no pueden entender que siento que me arrebataron la habilidad de respirar por mi cuenta. No entienden nada...

― Es verdad, no entendemos nada porque todo lo que paso fue entre ustedes. Y si, tienes razón, no tenemos tu dolor ni sentimos su soledad como tú; pero la vemos en ti. Todos los días de estos últimos días. ―limpio mis lagrimas― Te estas lastimando al no dejarlo ir Aine. Y no me refiero a que lo olvides o finjas que nada paso, debes aceptar que no volverá.

10 de diciembre de 2019

Acostada en la cama acariciaba la almohada celeste que siempre usaba para apoyar su cabeza. ¿Por qué es tan difícil aceptar que no volverás?

15 de diciembre de 2019

Te extraño más de lo que pensé, pues en mis planes nunca estuvo perder tu presencia en mi vida. No así, no tan rápido... No tan doloroso.

17 de diciembre de 2019

...

21 de diciembre de 2019

Deseaba poder hacer algo más con el apoyo que sus amigos y su tía le estaban dando. El que Jimin e Irene viniesen cada día uno u otro para pasar tiempo con ella le hacía sentirse menos sola. Pero no había comparación con la falta que sus dos amigos le hacían.

Quería ver a Sav, pero no le era físicamente posible salir de la cama y la única vez que logro abrir la puerta del departamento, casi al borde de un ataque de ansiedad. Las escaleras la congelaron en la entrada, estaba tan débil su mente que los recuerdos de lo que paso en esas escaleras le helaron la respiración.

24 de diciembre de 2019

― No le vamos a pedir que celebre navidad ― susurro Yoongi a Lizy― Apenas logramos que se bañe, que coma o que salga al sofá.

La discusión de si llevarnos a mí y a Sav a la cena de navidad llevaba ya varios minutos recorriendo el pasillo. Yoongi, mi tía, Aiden y, no estoy muy segura, pero juraría que también escuche las voces de Jimin e Irene. Dándole la espalda a la puerta, seguía fingiendo dormir tampoco era como que fuese a decirles algo.

― Hola ― me giré a la voz que abrió la puerta.

― Hola.

Me senté apoyándome en la cabecera de la cama y volví a mirar a Sav mientras el recorría mi habitación con la mirada.

― Yo tambien siento que falta algo. ―suspiré. Se sentó junto a mí, apoye mi cabeza en su hombro.

26 de diciembre de 2019

La pantalla del móvil se ilumino, y eso en estos días era muy raro pues nunca parecía tener batería suficiente para sobrevivir varios días. Aine tomo el móvil con lentitud. En la pantalla lucía una sola notificación pues había cambiado los ajustes de su teléfono y, si no tenía batería, tampoco la podían contactar.

Aventó el móvil al otro lado de la habitación, se oculto bajo las cobijas con su rostro oculto en la almohada ahogando el gemido de dolor. Pataleo, golpeo el colchón, abrazo la almohada...

En la pantalla del móvil, ahora rota, aún se podía leer:

Recordatorio: Cumple Dan mañana <3 

Another loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora