23

297 36 5
                                    

Aine

En este punto de mi vida, puedo confirmar que la única constante se ha vuelto él. La única persona que no me ha lastimado de ninguna forma, la única que no me ha obligado a tomar decisiones o a contarle cosas que no me siento lista.

Es que cada vez que lo miro puedo respirar y no tengo miedo de caer porque sé que lo tengo conmigo. Lo he vuelto mi completo refugio y no sé qué tan seguro sea convertir a una persona en mi paz. Pero no creo poder hacerlo si algún día llego a perderlo.

Todos los días aprendo a contener mi mente, ato mi respiración con un pequeño hilo de pensamientos que me sirve como escondite cuando no está presente. Es como si mi mente borrase todo, cada día que me levanto no recuerdo el día anterior y mi único deseo es poder verlo para respirar... para vivir.

― ¿Sigues pensando en eso? ― miré a Jimin sentarse junto a mí en las escaleras. Al fondo del pasillo, la puerta de la biblioteca era como un monstruo gigante a punto de explotar y gritar el secreto que guarda.

― No ― termine por decir volviendo a mirar al suelo.

― ¿Entonces?

―No pienso Jimin. Ya mucho me cuesta existir... ―toco mi hombro.

―No sé cómo puedo ayudarte con esto. – Y bueno, yo tampoco. No sabía cómo enfrentarlo y mucho menos como podría decirle algo así a mi madre.

― Vamos, tenemos clases.

No quería hablar de eso y el timbre lo sabía. Camine en silencio junto a Jimin por el pasillo hasta nuestra clase de biología. Vi a Irene entrar junto a Lucas, últimamente han pasado mucho tiempo juntos. Supongo que cuando Lucas no golpea personas puede ser una buena persona. De todas formas, no le diría a nadie con quien puede o no salir.

― Aine, ―dijo Jimin― tú y Yoongi, ¿terminaron?

― No lo sé. ― me deje caer en la silla. ― No he pensado en eso para serte sincera.

― Entiendo, solo para que sepas estoy de tu parte.

― Gracias Jimin ― sonreí por primera vez en el colegio ― Eres un muy buen amigo.

― Si quieres, puedo decirte lo que deseabas saber sobre lo que paso aquella noche. ―lo miré totalmente atenta― Aunque no sé todo.

― Puedes decirme lo que ya sabes.

― Lo que sé, es que alguien empezó un incendio en la biblioteca mientras Dante sacaba sus dibujos del lugar. ―miro alrededor― Sé que no fue él, no es el tipo de persona que hace eso. A pesar del difícil momento por el que estaba pasando, poner en riesgo a las personas no es algo que el Dante que conozco haría.

― Lo que dices es que Dan estudiaba aquí ― asintió

― Si, meses antes de que llegaras paso todo eso.

― ¿Investigo alguien lo que pasó?

― Si, pero sabes tan bien como yo que aquí hay hijos de familias con mucho poder. Fue fácil culpar el chico becado, que había perdido a su madre y... cuando se corrió el rumor sobre su Jo... su padre, no te imaginas lo fácil que lo culparon.

― Seguro no ayudo que asumiera la culpa. ― parecía sorprendido― Si, me conto algunas cosas.

― Dante debería volver. Si bien lo que le paso fue una injusticia, este colegio le dará contactos y, sobretodo, le podría ayudar con su carrera como pintor.

― ¿Qué ha pintado? Hasta ahora no he visto nada de lo que ha hecho.

― Oh, definitivamente has vis....

Another loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora