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Aine

Tener que levantarse casi dos horas antes porque siempre se me olvida sacar la tarjeta para el autobús.

- Mierda, tenía que llover. Me c...

- Wow, un vocabulario muy intenso para ese uniforme azul. – su voz sonó apaga, muy diferente de hace unas horas.

- ¿Están bien? -Dante alzo los hombros- Bueno, al menos estamos vivos.

- ¿Por qué estas maldiciendo? Solo es lluvia.

- No es solo lluvia cuando tengo que caminar cuarenta y cinco minutos. -me queje.

- ¿Por qué no tomas el autobús?

- No tengo la tarjeta -dije rápido.

- ¿Qué? – Estoy segura de que entendió perfectamente lo que dije. - ¿Cómo puedes ir a un colegio al otro lado sin tarjeta de bus?

- Bueno, no pensaba ser sacada de mi vida. -susurre.

- ¡PERMISO! -grito alguien atrás de nosotros. Tuve un escalofrió, jamás había escuchado es voz tan áspera antes.

- Señor Johns -Dan me movió en su dirección dejando espacio para que él pudiese pasar.

El tal señor Johns parecía un cadáver andante. Sus pómulos estaban huecos, todas las facciones de su rostro eran el perfil de los huesos. Su ropa totalmente ancha lo hacía verse aún más delgado de lo que ya era. Me señalo con el dedo.

- La sobrina de la doc -asentí- Cuídate de este muchacho.

Me quede algo sorprendida, esperaba algún otro comentario con respecto a mi tía. Dante solo se rio mientras el señor Johns camino bajo la lluvia.

- ¿eres peligroso? -pregunte abriendo mi paraguas. Si seguía esperando llegaría más tarde. – No, no me lo digas.

- Depende. -rebusco en su mochila- Ten. -Me extendió un pequeño estuche rectangular.

- ¿Qué es esto? -lo tome.

- Ábrelo -me quito mi paraguas amarillo y camino.

Estaba parada mirando como se alejaba. Sin poder creer que me hubiese quitado el paraguas. Puse mi atención en el pequeño estuche que acababa de darme y rogaba porque fuese algo mejor que un paraguas.

- ¡Ey! -grito- ¡Aine! Todos podemos ser peligroso, de formas diferentes.

Después de decir eso comenzó a correr. Con la tarjeta amarilla con un dibujo en plateado de un bus entre mis manos lo miré atónita. ¿Quién es este chico? ¿Por qué me dio su tarjeta del bus?

Y aunque muchas más preguntas rondaban y comenzaban a crecer en mi mente el bus pasaría en cinco minutos, si perdía este llegaría tarde.

- ¿Qué le pasó a tu mochila? -pregunto mi mejor amiga al verme entrar a la clase- ¿por qué estás mojada? ¿acaso no tienes un paraguas?

- Hola Irene, si todo bien. No, no termine la tarea de bio...

- Esa tarea es irrelevante. ¿Dónde esta mi paraguas amarillo? -movió sus cosas para dejarme sentar junto a ella. – Prometiste no perderlo.

- Me lo regalaste, así que, técnicamente, es mío. -negó lentamente.

- Te juro que no volveré a darte otro paraguas. -sonreí.

- No lo perdí, se lo presté a alguien a cambio de una tarjeta. -le dije con tranquilidad- ¿lo has visto?

- No. Te digo que solo le hablaba por ti. – arreglo su cinta del pelo y me miro - ¿Por qué?

Another loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora