CAPITULO XXI

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-¿Estás consciente que ella está comprometida con tú amigo?- cuestiona Denki.

-Lo estoy- habla firme- pero no puedo no hacer nada ¿Entiendes?, desperdicie mucho tiempo y mira lo que sucedió.

-Si, entiendo pero ni tú, ni nadie sabía lo que iba a suceder, ni siquiera Bakugou.

Midoriya solo desvía su mirada del rubio, estaba molesto pues muy en el fondo, él sabía que algo no andaba bien con la castaña.

-Debería estar agradecido de que alguien como ella esté comprometida con...con él.

-Hablas porque estás enojado y eso es comprensible pero entiende que Bak...

-¡Bakugou nada!- comenzó a gritar- Uraraka-san será infeliz a su lado, Kaminari, tengo que luchar por ella ¡Yo tengo que impedir esa boda!

-Solo vas a provocar conflicto entre ustedes dos por una mujer que ya no está a tú alcance.

-No puedo quedarme con los brazos cruzados- se pasa sus manos por su rostro- yo la amo.

El rubio hace una expresión de sorpresa, darte una idea de lo que pasa es muy diferente a saber la verdad.

-Falta menos de un mes para que se casen- dice con un tono calmado Kaminari- no creo que puedas hacer mucho para lograr desaser el matrimonio.

-Lo intentaré.

-¿Por qué eres tan terco amigo?- Denki comenzaba a desesperarse- Te haz puesto a pensar que tal vez Uraraka no está interesada en ti.

-Yo sé que ella lo está- se acerca al rubio- estoy completamente seguro de que ella está enamorada de mí y por eso mismo voy a luchar.

-Entonces prefieres arruinar una amistad de años por una mujer.

Izuku voltea a verlo con rostro serio, era muy raro ver al de ojos verdes con una actitud tan rebelde.

-Si- contesta con voz gruesa.

Kaminari vio a su amigo con un rostro aflijido, él no sabía cómo era la relación de Bakugou con Uraraka pero estaba seguro que el de ojos carmín no iba a permitir que alguien se le acercara a la castaña, mucho menos alguien como Midoriya, solo esperaba que todo saliera de la mejor manera.
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La noche era calida, el aire tibio entraba por la ventana y ella solo podía estar ahí apreciando las estrellas, la conversación con Camie no la ayudó a despejar su mente ni por un momento, solo la confundió de sobre manera.

Había aceptado que le atraía su prometido, recordó lo que dijo Momo y tenía razón, el tiempo hace que nazca sentimientos hacia la otra persona pero ¿Bakugou sentirá algo por ella?, ya le dijo que la detesta y al parecer eso no cambiará y si Ochaco sabía que no había posibilidad con él entonces para que hacerse daño…

-Si sigues pensando mucho te dolerá la cabeza.

-Mina- se gira para poder verla.

-Hay algo que te atormente Ochaco- se acerca a la castaña- te pido una disculpa por entrar a tu alcoba sin permiso pero... últimamente estas muy distraída...¿Esta todo bien?

La castaña puede ver qué Mina en verdad estaba preocupada, lo único que pudo hacer es regalarle una sonrisa para poder tranquilizar a la joven.

-Todo está muy bien Mina...

-Porque siento que estás mintiendome- la toma de las manos- ¿es que acaso no somos amigas como para que confíes en mí?

-¡Claro que sí!- se apresura a responder- es solo que...solo que...

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