BUSCANDO EL AMOR ❤️Kacchako❤️

CAPITULO XXXI

Había salido corriendo sin importar que algunos invitados la observarán, se sentía humillada por los comentarios hechos con anterioridad y a eso sumándole las palabras de Monoma.

Su respiración era errática, así que posicionó su mano derecha en su pecho para poder tranquilizarse pero sus sollozos eran lastimeros, se odiaba por haberse enamorado de alguien que estaba fuera de su alcance...porque muy en el fondo sabía que Bakugou jamás correspondería a sus sentimientos.

Había llegado al balcón más cercano, su mirada viajó hasta las estrellas que iluminaban el cielo nocturno ¿En qué momento su vida se complicó tanto?, es decir, antes de saber de su matrimonio su vida era complicada pero por lo menos no tenía un corazón que estaba siendo estrujado a cada momento.

Solo podía limpiar las lágrimas que caían de su hermoso rostro, ya no estaba sollozando pero el sentimiento seguía ahí, su llanto es interrumpido cuando siente un abrigo sobre sus hombros, se voltea para ver al dueño de la prenda.

-¿I-izuku-kun...?- su voz suena quebrada.

Él solo la mira con rostro aflijido para luego abrazarla, le dolía verla de esa manera, tan frágil...

-I-izuku-kuunn...

-No digas nada Uraraka-san- comienza a acariciar su castaño cabello.

-No quiero seguir aquí...- se aferra a su camisa- el pueblo no me quiere a su lado...

-No deberías tomarte muy a pecho lo que dicen- pone ambas manos en las mejillas de ella- ellos no saben que estás obligada a casarte con Kacchan...

-Estaban murmurando cosas dolorosas- no se separa de su tacto- no entiendo porque no lo comprometieron con ella...todo el mundo estaría feliz.

Midoriya no sabía que responder, él era el primero en estar en descuerdo de que se casará con alguien como Bakugou, además de que estaba consciente de la relación que tenía Katsuki con Toga pero no podía decirle a la castaña, la amaba y la quería para él pero no así.

-Uraraka-san- llama a la castaña, sus miradas se conectan y él queda embelesado con tanta belleza- yo jamás estuve de acuerdo con tú matrimonio...eres una mujer demasiado humilde y de buen corazón que comprometerte con alguien como Kacchan haría pedazos todo lo bello que eres...

La castaña solo podía verlo con atención, aún seguía en sus brazos de él y aferrándose a su camisa.

-Él es un hombre demasiado explosivo, solo le importa su bienestar y lo consigue sin ver qué está dañando a terceras personas - pasa un cabello rebelde detrás de su oreja y aprovecha para poder acariciarla- ambos son opuestos Uraraka-san y no están hechos para congeniar...- una lágrima se resbala del rostro de la castaña- temo por ti, temo de que te llegue a lastimar al grado de perder todo lo puro que eres...créeme que si te hubieran comprometido conmigo en estos momentos estaría feliz y me dedicaría a amarte cada día...

Ochaco puede ver qué el rostro de Midoriya va acercandose al suyo, su impresión es tanta que no sabe que hacer.

-Porque te amo Uraraka-san...

No puede hablar cuando siente los labios del joven sobre los suyos, está sorprendida por semejante confesión, si él le hubiera dicho esas palabras meses atrás sería la mujer más feliz del mundo...pero no era el caso, ella ahora estaba comprometida con el príncipe y su boda se realizaría en menos de tres semanas...pero sobre todo su corazón ya no latía de la misma manera, ya no se sonrojaba cuando estaba a su lado, ni sentía esas mariposas cuando se rosaban las manos, ahora esos sentimientos le pertenecían a Bakugou Katsuki...y en ese momento lo reafirmó porque no sentía lo mismo que sintió cuando besó a Bakugou por primera vez...