CAPITULO XLVI

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Iba caminando hacia sus aposentos, comenzó a aflojarse la corbata y a desabotonar su chaleco, estaba nervioso así que tragaba duro ya eran pasadas las 11:30 de la noche y desde que habló con la impertinente de Camie ya no había visto a su mujer...la extrañaba maldita sea...¿Cómo mierda iba a soportar estar lejos de ella por dos meses?...claramente era algo imposible de hacer pero carajo ¿Acaso tenía opción? No, evidentemente no.

Entró a sus aposentos y su esposa no estaba a la vista, comenzó a quitarse el chaleco para luego despojarse de su camisa y solo quedar con sus pantalones, pudo ver qué Ochaco se encontraba en el balcón observando las estrellas de la noche, una sonrisa se formó en su rostro y no dudo en acercarse a ella, la rodea con ambos brazos y le da un beso a su mejilla.

-¿No crees que ya es muy noche?- pregunta cauteloso- puedes resfriarte cara redonda.

-Me siento tranquila aquí- recarga su cabeza en el pecho ajeno- el aire chocando contra mi cuerpo es como si...como si fuéramos una sola esencia.

Ochaco comienza a acariciar los brazos de su esposo, tan fuerte, la hacían sentir segura.

-Cara de ángel...

-¿Qué sucede Katsuki?- su voz suena calmada...aterciopelada como si lo estuviera acariciando muy cuidadosamente- no estuviste en la cena ¿Por qué?- se gira para quedar enfrente de él- ¿Qué está pasando que no quieres que yo sepa?

-No quiero que te alteres- acaricia su mejilla derecha- pero tienes razón te he ocultado información- cierra los ojos un momento- Chisaki nos ha declarado la guerra por no haberme casado con Toga.

Lo mira por unos segundos para luego desviar su mirada de la de él, traga grueso y en su garganta se apoderó un nudo tremendo...si no hubiera existido ese convenio eso no estaría pasando...sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

-Hey- la toma de ambas mejillas y se inclina un poco más- no te lo digo para que te pongas así cara de ángel y tampoco es tú jodida culpa, bien fácil pude aceptar contraer matrimonio con ella- hace que lo mire y una lágrima cae- pero no lo hice porque te amo- le da un beso casto- te amo Ochaco y siempre voy amarte en esta vida y en la siguiente...

-S-si yo no hubiera aceptado ese convenio nada de esto estaría pasando- su voz se distorsiona por su llanto- el reino estaría seguro, tú estarías seguro pero no es así...

-La codicia y avaricia de las personas es algo que uno no puede controlar- la mira con aflicción- no me arrepiento de nada amor...gracias a ese bendito convenio te conocí y mierda no te miento cuando te digo que eres lo más hermoso que me ha pasado en toda mi puta vida...quiero que sepas que lucharé a capa y espada para que tú estés a salvo, daré mi vida si es necesario...

-Katsuki...tengo miedo...- susurra.

-Yo también.

Se miran por unos segundos más para luego acercarse poco a poco, el beso era tranquilo, con calma y temor...porque no sabían lo que les preparaba el destino pero de algo estaban seguros y es que lucharía por su reino y por el amor que se tienen, Bakugou la toma de las piernas y la alza provocando que rodeen su cadera con ella, comenzó a dirigirse a la cama en donde la acostó con delicadeza, acariciaba su muslo con ternura y pasión... Ochaco sentía que se iba a derretir por tanto deseo que sentía, se despojo del vestido para poder quedar desnuda ante él, en sus ojos se veía el anhelo que desbordaba.

Katsuki no pudo evitar tragar duro, que mujer dios mío...era una maldita diosa seductora y él gustoso iba a caer en sus encantos, se separa de ella para quitarse su pantalón y ropa interior y se sube a la cama quedando arriba de ella, comienzan a besarse y Bakugou no tarda en introducirse en ella.

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