CAPITULO XLV

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Estaba sentado mirando hacia el cielo, después de que Camie se fue de su despacho se sirvió un whisky para poder pensar...tantos malditos errores cometidos en el pasado que ahora tenía que lidiar con lo que él mismo había ocasionado y lo peor de todo que alguien completamente ajeno a ello podría salir lastimado...el amor que sentía por Ochaco era tan genuino que no sabía cómo explicarlo, siempre fue tan impulsivo y rebelde, actuaba a su antojo y por ello no le importó meterse con cuánta mujer le llamara la atención pero...ahora se da cuenta de que esas acciones fueron completamente estúpidas...ahora tenía que pensar no solo en él sino en su mujer, en su bienestar...

-Aquí estabas- dice una voz detrás de él.

-¿Sucede algo padre?- pregunta sin mirarlo.

-De hecho si- su voz suena sería, Katsuki voltea a verlo- recuerdas a David Shield- el rubio menos asciente con la cabeza- me ha llegado una carta desde Estados Unidos, al parecer necesita la presencia del rey para una junta con el consejo...se tratará de temas de exportación de minerales además de reforzar la alianza con ese reino.

-¿Por cuánto tiempo?

-Dos meses.

-Entiendo.

-Partimos mañana en la tarde, tienes tiempo suficiente para avisarle a Ochaco y hagas lo que tengas que hacer.

Sale de ahí dejando a Bakugou aún más pensativo que antes...se recarga en el respaldo de su asiento y suspira.

-Hey blasty con que aquí estabas- entra Kirishima- ¿ya estás más calmado?- no recibe respuesta- entiendo que lo que pasó esta tarde fue algo impactante pero tranquilo hombre ella está bien y lo estará, tú solo debes...

-Me voy- interrumpe al pelirojo, lo voltea a ver- por dos meses.

Ejirou se queda mudo a lo que Bakugou decide seguir hablando.

-Debo salir de viaje a Estados Unidos con mi padre, al parecer hay junta del consejo y se trataran temas importantes que beneficiarán al reino pero...- se levanta de su lugar- pero no puedo llevarme a Ochaco y tampoco puedo dejarla aquí sola.

-¿Entonces que harás?

-Necesito que me hagas un favor pelos de mierda- lo mira con seriedad.

-Seguro Bro.

Si se va a ir por lo menos dejaría todo en orden, Ochaco estaría protegida en ese tiempo y él estaría tranquilo aunque sea un poco...solo esperaba no equivocarse.
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Ochaco se encontraba en la sala principal, estaba apreciando una pintura de su esposo...se veía formidable con ese traje, su típico rostro molesto pero fino porte... simplemente espectacular.

-Hermoso ¿no?.

-Lo es- responde sin mirar a Mitsuki.

-A Katsuki le molesta tanto que lo pinten es por eso que no encontrarás muchos retratos de él- sonríe- ahí tenía 17 años, tuve que amenazarlo con quemar su recámara para que se dejará.

-¿Enserio?- pregunta impresionada- vaya...no ha cambiado nada y es una pena que tenga que recurrir a medidas drásticas.

-Hmp que te pudo decir querida- mira la pintura- pero me temo que te equivocas en algo- mira a Ochaco- él ya no es el mismo hombre que era antes...ahora lo veo y puedo sentir el amor que te tiene- abraza a la castaña con lágrimas en los ojos- gracias...gracias por darme el privilegio de ver una parte de mi hijo que yo desconocía...gracias por hacerlo una mejor persona.

-N-no me agradezca- se ruboriza- Katsuki es una gran persona siempre lo fue...- mira la pintura de nuevo- solo que era incomprendido.

-Su padre era duro con él...lo educó para que fuera el mejor rey que este pueblo podría tener, lo hacía entrenar con espada, clases de historia, política, comercio, tratados todo...- su rostro se volvió más relajado- siempre me decía que lo hacía por su bien, quería que supiera defenderse de todos los enemigos y ataques posibles no solo físicos...ser hijo de reyes es una bendición pero también una maldición...es estar condenado a tener enemigos.

BUSCANDO EL AMOR ❤️Kacchako❤️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora