CAPITULO XXXVI

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La mañana era espléndida, la primavera estaba comenzando, habían pasado dos semanas, el día se estaba acercando y no podía estar más que nerviosa pero feliz, al fin se iba a unir en matrimonio con él rubio.

Su relación iba mejor que nunca, Bakugou la trataba como lo que iba a ser...una reina, procuraba su bienestar pero tampoco podian estar juntos todo el tiempo, él necesitaba ver temas relacionados con el gobierno, ser heredero no era cosa fácil, su vestido de bodas ya estaba listo solo faltaba que llegue el día, una sonrisa se formó en sus labios pero no duró demasiado.

-Vaya, vaya...miren a quien me vine a encontrar- comenta Toga- una rata asquerosa.

Ochaco solo la miro para luego seguir su camino, no tenía caso quedarse a discutir con alguien que carecía de educación.

-Crees que has ganado pero solo es el comienzo- eso detuvo su andar para luego girarse a ver a la rubia- me doy cuenta que eres demasiado ingenua como para conocer a Katsuki- mira a Ochaco- sin embargo, yo conozco todo de él querida...y cuando digo todo, me refiero a absolutamente todo...

-Ahorrate tus palabras- habla calmadamente pero sin apartar su mirada de Toga- y no gané nada...solo pasó lo que tenía que pasar.

-¿Así?- se acerca a ella- contéstame algo ¿sabías que Katsuki y yo fuimos amantes?

La castaña no pudo evitar sentirse incómoda, ella ya estaba enterada pues Bakugou ya se lo había mencionado pero...eso no significaba que no le doliera el oírlo de esa mujer... Himiko sonrió en grande.

-Permiteme darte consejos para tú noche nupcial- su mirada era de prepotencia- Katsuki en la cama es todo un semental, tan fogoso y apasionado, para nada delicado- la castaña solo podía tragar duro- él llegaba y me arrancaba el vestido para luego comenzar a besar mi cuerpo con intensidad...varias veces intentamos quedar embarazados pero no se pudo- la mira con odio- más bien una estúpida se interpuso y ya no pudimos lograr lo que tanto anhelabamos, él puede estar contigo pero siempre seré dueña de sus caricias y pasiones no ¡UNA PUTA COMO TÚ!

Toga fue callada abruptamente, su rostro estaba volteado hacia la derecha y la impresión no la dejaba mientras que Ochaco aún tenía la mano en el aire, ella no era de generar conflictos pero el escuchar a la rubia hablando de esa manera izo que sus inseguridades volvieran, eso no significaba que se arrepienta por haberla abofeteado.

-Si tuvieras aunque sea un poco de desencia no estarías denigrandote de esa manera- la castaña ve como la rubia la mira con rabia y su mano en la mejilla afectada- no me importa lo que haya sucedido entre ustedes, tampoco me sorprende Katsuki me habló de lo suyo, pero te prohíbo que estés hablando de mi esposo como si fuera cualquier cosa... él es una persona no un objeto "princesa".

-Soy algo que tú jamás serás- comienza a hablar Himiko- necesitas casarte para llegar a ser princesa de lo contrario serías solo una vulgar condesa.

-Si, soy condesa y no me avergüenza, si yo fuera una campesina tampoco me avergonzaría- la mira directamente a los ojos- prefiero ser una de esas dos que ser una princesa vulgar y sin clase como tú...por qué yo tengo algo de lo que careces y esa es educación.

-Maldita zorra- estaba a punto de abofetearla cuando Uraraka detiene su mano evitando la acción.

-Te recomiendo que no me vuelvas a insultar o de lo contrario habrán serias consecuencias, pronto seré tú reina y tú solo serás...una princesa...con permiso.

Sin más comienza su andar para dirigirse al vestíbulo del castillo, Toga se quedó con la boca abierta completamente indignada por las palabras de la castaña, solo puede verla con odio mientras se frotaba su mejilla lastimada.

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