Capítulo IV

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"Se valiente Severus"

Advertencia, capítulo +18.

2 de agosto de 1985.

-¡Mamá! - Llamó Aster mientras corría por la mansión.

-¡En la cocina! - Respondió Astra.

-¡Y no te ilusiones que no está cocinando! - Habló Regulus que estaba con su hermana.

Aster entró con una gran sonrisa en el rostro, una sonrisa que ambos mellizos Black conocían, Aster había hecho algo, algo malo.

-¡¿Qué hiciste?! - Preguntaron a la vez.

-Sí Cassi pregunta yo nunca estuve aquí- Dijo antes de irse.

-Ay no, tu monstruo le hizo algo al mío- Le dijo Reg a su hermana.

-¡Deja de llamar a los niños monstruos! - Exigió Addy entrando cargando al pequeño Ori.

-¿Entonces como les decimos? ¿Ángeles?- Respondió Astra por su hermano.

-¡ASTER ARCTURUS BLACK SNAPE! - Gritaron.

Cassiopea Black entró en la cocina con sus cabellos antes negros ahora teñidos de un horrible amarillo pollito y además muy despeinados.

Regulus intentó no reírse para no hacer enfadar más a su hija, pero era imposible, soltó tal carcajada que hasta Severus, quien estaba del otro lado de la mansión, lo escuchó.

Astra veía a su ahijada atónita mientas Adelain se reía, esto era algo que ella habría hecho.

-¡NO SE REÍAN! - Exigió Cassi.

-Lo siento linda- Se disculpó Reg rápidamente.

-¡Tía Astra! ¡Mira lo que tu engendro del demonio me hizo! -

-¡Vocabulario! - Regañaron los padres de la niña.

Astra se acercó a su ahijada tranquila y tomó un mechón de su cabello, le faltó solo unos segundos para saber exactamente qué poción usó su hijo.

-Es la poción que creó Aster con Sev, se va a pasar en unos días- Tranquilizó

-¡¿DÍAS?! - Preguntaron a la vez Cassi y Regulus.

-O ve y dile a tu padrino que lo arregle- Aconsejó As enviando el problema con su novio.

-Eso haré y luego voy a matar a Aster-

Cassiopea salió de ahí con la cara roja de rabia mientras los demás se reían de ella.

-Mi pobre hija- Se lamentó Regulus.

-Aster se pasó - Le dijo Addy a Astra.

-¿Esperas que lo castigue? - Preguntó la castaña.

-¿Cuándo has castigado a Aster? - Preguntó Regulus.

-Nunca-

Astra tomó el pastel que anterior mente estaba comiendo y se dispuso a salir de ahí.

-No olviden la cena de esta noche- Recordó antes de irse.

Astra caminó por el jardín de la mansión, recorrió el laberinto de setos que está tenía hasta llegar a un pasadizo  escondido donde había un campamento armado las 24 horas.

Sonrió al ver una cabellera negra leyendo un libro acostado en su enorme tienda de acampar mágica.

Entró y dejó el pastel en la mesa antes de acercarse a su hijo.

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