Capítulo XLII.

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❝Halley...❞


































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Harry se sentó junto a Laila en la biblioteca, la rubia no levantó la mirada, siguió escribiendo tratando de ignorar al chico.


-¿Cómo haz estado?- Preguntó el Potter.

-Bien-

-¿Cómo te tratan los Black?-

-Son mi familia Harry ¿Cómo crees que me tratan?-


Harry se removió incómodo, no entendía cuando su mejor amiga se había convertido en esta extraña con la que habla ahora.


-Lai... - Llamó tratando de tomar su mano.

-No- La chica se levantó y tomó sus libros- Lo defendiste- Recordó- Aún no puedo creer que hicieras eso-

-Laila debes entender, Sirius es mi padrino, jamás en mi vida me ha regañado o me ha hecho algo-

-¡Pero a mi sí!- La Gryffindor se volteó con los ojos cristalizados- Cada día de mi vida me ha insultado, siempre diciendo lo decepcionado que está, pero tú... ¡Su perfecto ahijado!- Acusó- ¡Yo estuve para ti Harry James Potter! ¡Fui el hombro en el que llorabas! ¡¿DÓNDE ESTABAS CUÁNDO MÁS TE NECESITÉ?!-


Harry retrocedió y vio a Laila con lágrimas en sus ojos, la Black se acercó y le lanzó el brazalete de la amistad que compartían desde los 5 años.


-Lo que hiciste ese día, lo que dijiste, de Aster, de Viktor, de mi tía Astra y de mi jamás lo voy a olvidar-


La rubia se volteó y salió corriendo de la biblioteca mientras trataba de ocultar sus lágrimas.


-¿Qué dijiste de mi?- Preguntó alguien atrás.

-Aster... - Harry se volteó asustado.

-La hiciste llorar, eso no me gusta-

-Solo quería hablar, arreglar las cosas-


Aster se sentó en la mesa donde anteriormente Laila estudiaba y vio a Harry con una sonrisa burlona.


-¿Cómo haces eso de aparecer en cualquier lado cuando nadie lo espera?- Preguntó el Potter.

-Talento de Black- Bromeó el pelinegro.

-Nunca te veo en la biblioteca, de hecho no te veo desde... Hace un mes-

-Sí, estuve ocupado entrenando y francamente el que tu padre venga cada dos días a tratar de hablarme no me ayuda a concentrar ¿Podrías decirle que pare?-


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