Capítulo 1 - La Boda

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Si busco la definición de una boda en internet dice que es una ceremonia en la que se celebra la unión matrimonial de dos personas, en el caso de mi hermana, seremos tres.

No piensen mal, me refiero a que con esta romántica ceremonia nupcial el que esta apunto de convertirse en su esposo también me va a acoger en su nuevo hogar.  

Liz Evans, mi hermana mayor por 10 años por fin logró atrapar en santo matrimonio a su novio con el que ya llevaba 5 años de relación, Oliver Moore, él es un gran arquitecto al que se le atribuyen increíbles edificios en la gran ciudad de Toronto e incluso a nivel internacional por los cuales ha ganado merecidos premios.

Liz había sido su asistente por un tiempo como parte de sus pasantías preprofesionales, la química y el amor entre ellos no se hizo esperar por eso ahora que se graduó se convirtió en socia de su empresa, OM Planning & Desing, una de las mas prestigiosas y cotizadas por la elite  empresarial del país; además de la mujer de su vida con la que está a nada de casarse.

¿Y cómo entro yo en este romántico hecho? pues verán, tengo un año desde que acabé la secundaria y por fin he decidido la carrera que quiero seguir, el único problema es que también tendría que mudarme con mi hermana y su casi esposo. Era eso o vivir en una residencia con otros foráneos tal y como hizo Liz.

La verdad no me veía conviviendo con unos extraños..., sin contar que el tema económico para mis papás no era tan bueno como para darme el lujo de pagar una renta. Eso de perder dos hijas a la vez no les gustó mucho pero bueno, así es la vida, tenemos que volar del nido para realizarnos ¿no?.

Bueno y ahí estaba yo, en un vestido rojo con un sexy cuello en v y una apertura en la falda que me permitía lucir mis piernas, aguantando los pinchazos de las brochas de maquillaje sobre mi cara y los tirones de las tenazas de una plancha en mi castaño pelo.

Como odiaba tener que arreglarme así con tanto... 'Glamour', pero si salía bien en las fotos valía la pena todo mi sufrimiento.

Habiendo terminado la sección de maquillaje y peinado, la novia, su mamá y sus damas de honor, por su puesto una de ellas era yo; nos dirigimos a la recepción ubicada al aire libre en un hermoso jardín botánico decorado con flores de color rosado salmón con detalles dorados y sillas en filas cubiertas con una fina tela blanca también con detalles dorados y al final un arco de madera bien pulido y brilloso adornado con las mismas flores.

Allí ya habían algunos invitados que desde ya se disponían a criticar todo lo que veían con mala cara como si hubieran hecho algún tipo de aportación económica para dicha celebración.

El lugar pronto se comenzó a llenar más y la ceremonia estaba por empezar, el novio estaba nervioso o más bien... Impaciente y no lo culpo porque sabiendo como era mi querida hermana seguramente ya habría hecho retocar el maquillaje una diez veces más o habría encontrado cualquier desperfecto en el peinado que la haría no querer salir todavía y ya había un retraso de casi una hora.

Olí, como le dice Liz llevaba un esmoquin muy elegante, él era muy atractivo, de ojos verdes, cabello castaño oscuro, tez blanca y complexión delgada pero bien tonificada, me agradaba mucho porque siempre me defendía si mi hermana se metía en el papel de madre sustituta y me regañaba cada vez que nos juntábamos o él nos venia a visitar a casa, nos llevábamos tan bien que me atrevo a decir que lo considero como un hermano mayor y que de la misma forma él ve en mi una hermana menor por eso se que no tiene ningún problema con que me mude con ellos.

La marcha nupcial empezó a invadir nuestros tímpanos dándole la entrada triunfal a la hermosa novia que venía enganchada del brazo de mi padre, ella lucia un divino vestido blanco con pequeños detalles de perlas en el torso y alrededor de la falda que le caía como cascada, su cabello lo llevaba suelto pero con definidas ondas y decorado con un tiara que brillaba a los lejos con el reflejo del sol de la media tarde. Era un ensueño verla así, mi madre a los lados empezó a lloriquear e incluso pude ver que al novio se le escapaban unas lágrimas de la emoción al verla marchar para ir a su lado, eso sí que me sorprendió, había asistido a muchas bodas pero en ninguna el novio a llorado.

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