Luego de la platica tan incomoda que tuvimos con Fred me sentía muy mal porque sabía que herí sus sentimientos al rechazarlo y prácticamente confirmarle que estaba interesada en alguien más.
Pero había otra cosa que me carcomía por dentro y era el hecho de que pensara que lo de Ethan no iba enserio.
Eso me hizo replantearme el que éramos después de la tarde pasada ¿novios? ¿Amigovios? ¿Amigos con derecho? no es que quisiera ponerle una etiqueta a lo que teníamos, pero si quería estar segura de que no fuera algo del rato.
Llegué a casa y casi se me para el corazón cuando vi a los señores Moore reunidos con Ethan, los tortolitos y una peculiar mujer que desde que la vi no me dio buena espina.
Antonia Moore era una mujer muy elegante, rubia, tez blanca y aparentaba menos edad de la que tenía, por otro lado el señor Caleb Moore era un hombre más sencillo aunque con clase, tez blanca y unos ojos verdes que ya entiendo de donde habían heredado los chicos, también aparentaba menos edad y se notaba que le gustaba el ejercicios como a sus hijos.
Me puse muy nerviosa cuando me los presentaron, mi hermana si los había conocido antes pero yo no porque en la boda solo los vi de lejos hablando con mis papás. Sentía que iba a conocer a mis ¿suegros?. Ay no se, pero yo sentía la presión de obtener la aprobación de ellos y sinceramente no era un buen día para mi después de lo de Fred.
A la mujer me la presentaron como Avery Reed, socia de Ethan en Estados Unidos en su empresa EM Architecs y Planeers. Era alta, pelinegra, de ojos azules, tez blanca y lucia un cuerpazo, es que parecía sacada de una agencia de super modelos la desgraciada.
Pese a su simpatía, algo me decía que la iba a terminar odiando y ese sentimiento se avivó cuando la señora Moore comentó en la mesa mientras almorzabamos que había salido con Ethan y que la invitaron porque lo extrañaba mucho y quería hacerle compañía, me atraganté con mi pedazo de carne preparada orgullosamente por mi hermana al escucharlo y él parecía divertirse con la situación.
—Me tiene muy abandonada —se queja ella y dudo que se refiera a la empresa.
—Exageras, Avy —le responde Ethan un poco incómodo, hasta se le borró la sonrisa al ver las miradas de desaprobación que le lanzaba inconscientemente.
No pude evitar sentirme insegura y compararme con ella ya que había una abismal diferencia, tampoco es me considerara fea, pero esa mujer llamaba la atención de cualquiera.
Me moría de rabia cada vez que los señores Moore la halagaban y ella se tomaba la confianza de poner su mano nuevamente en la rodilla de Ethan como si todavía estuvieran juntos.
A mi me preguntaban sobre la universidad y lo que quería hacer cuando me graduará, todas esas cosas que le preguntan a uno que recién acaba de empezar su carrera.
—Quiero tener mi propio centro psicológico —respondo y la pelinegra que tengo al frente suelta una risita.
—Pues todavía te falta mucho para eso, linda —se burla descaradamente —Igual, es bueno que ambiciones cosas grandes.
Si, como tu ex novio por ejemplo.
Sonrio irónicamente llevandome mis últimos bocados.
Me dio la impresión de que a Antonia y a Caleb Moore les agradé, pero que ni me imaginaban como a una nuera.
Cuando terminamos de comer, me excusé para irme a mi habitación, pero algo con lo que no contaba es que Ethan me siguiera disimuladamente.
Cuando llegábamos al segundo piso el me arrinconó en la pared.
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Luz de amor
RomanceLuz, una jovencita de 18 años, tendrá que irse a vivir con su hermana mayor y su recién esposo para estudiar pero en el proceso se termina enamorando del hermano de su cuñado que es mayor que ella por lo que no todo será color de rosa y tras una dec...