Luz de amor

Capítulo 14 - ¿amigos?

Al día siguiente tuve que aguantar a Ethan y "Avy" desayunando de lo más acaramelados en el mini comedor de la piscina. La desilusión crecía y dolía que él estuviera con ella como sino le importara mi presencia ni nada de lo que pasó entre los dos, pero que podía hacer yo mas que resignarme a la realidad y evitar torturarme viéndolos.

Fuiste una ilusa, querida.

Se burla mi conciencia.

Fred llegó por mi y esta vez fui yo quien lo sorprendió con un abrazo y no, no era para que Ethan nos viera y así devolverle un poco de lo que me hacía sino porque realmente lo necesitaba, me sentía tan bajoneada.

—Minion ¿Estás bien?.

Consulta el correspondiendo el abrazo.

—Si, solo abrázame tontuelo.

—Oye, sabes que puedes contarme lo que sea ¿verdad?

Insiste mi amigo al separarnos.

Me encantaría decirle la verdad pero eso significaría un sermón de su parte que seguramente terminaría en 'te lo dije' por lo niñata enamorada y estúpida que he sido.

El resto de la semana con Ethan y yo nos evitabamos, ignorándonos como si fuéramos desconocidos viviendo en el mismo lugar. 

Literalmente si uno entraba en algún rincón de la casa el otro automáticamente se iba, ni si quiera habíamos vuelto a compartir en almuerzo o cena porque yo me encerraba en mi habitación para no verlo, lo último que quería era que él y Avery me restregaran en la cara lo felices que estaban juntos y menos quería saber cuando se irían a Estados Unidos.

Ya era sábado por la noche y se iba celebrar una pequeña reunión por la inauguración del edificio en el que habían estado trabajado Oliver y Ethan todo este tiempo y por supuesto mi hermana me invitó.

No estaba tan convencida de ir pero Liz me insistió ya que era muy importante para Olí y me chantajeó emocionalmente asegurándome que él me consideraba su familia.

Cómo era una reunión semi formal me puse un vestido acampanado color mostaza con un lindo escote que resaltaba mi busto y unos tacos negros. Me dejé el pelo suelto y no me maquillé mucho, lo de siempre, rímel, un poco de colorete e iluminador y un labial rosado pastel, el estúpido de Ethan ni siquiera se molestó en mirarme cuando bajé.

Nos reunimos en la entrada y yo me fui en la camioneta de Olí con mi hermana mientras que Ethan se había ido en su auto con Avy.

Cuando llegamos se impone ante nosotros el edificio gigante, con alrededor de cincuenta pisos mas una zona de estacionamiento y una azotea, ventanales de vidrio que en ese momento reflejaba la luna llena de la noche. El salón en el interior era precioso, paredes color lavanda y colgaban lamparas cristalizadas que le daban un toque de elegancia. Por la ocasión habían unos juegos de mesas y sillas doradas con arreglos florales, en el centro destacaba un gran banquete.

No había mucha gente, solo algunos empleados y socios de la compañía quienes habían contratado dicha construcción.

Fue horrible cuando escuché a Ethan presentar a Avery como su novia a los invitados que se acercaban a saludarlo. Mi corazón estaba por el piso, quería salir corriendo a llorar pero no podía, no quería que él viera lo mucho que me estaba afectando su ahora oficial relación o mejor dicho, su reconciliación.

Nos sentamos en la mesa que nos habían designado y yo intentaba con todas mis fuerzas ignorar a la pareja que se había sentado justo en frente.

Esta noche va a ser larga.