Extra: desencantado

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Ethan.

Miro el maldito teléfono que reposa en la cama con las manos cruzadas en mis labios esperando la respuesta que tanto anhelo pese a tener ese maldito vídeo que se sigue presentando una y otra vez en mi mente.

¡Déjame en paz! <

Responde y tomo el móvil con un nudo en el estómago.

>No lo hagas por mí, hazlo por Matteo y tus padres que están desesperados.

Respondo con la mandíbula apretada no sé si del coraje o la decepción.

Diles que me morí o yo que se, pero déjenme en paz <

>¡Da la cara y dicelos de frente!

Lanzo bruscamente el teléfono que rebota en el colchón y me levanto para ir a despertar a Matt que tiene que irse a casa de su abuelos que ahora más que nunca agradezco su ayuda.

—Champioms... —lo levanto suavemente y se frota sus ojos todavía adormilado, aquí vamos...

—¿Ya llegó mommy? —pregunta encogiendome algo en el pecho.

Me lo pregunta cada maldita mañana como si se acostara con la ilusión de que al día siguiente ella volverá.

Con mucho esfuerzo sacudo la cabeza dándole la misma respuesta de siempre.

—Pero creo que hoy los abuelos te van a llevar al acuario...

Desvío el tema y me alegra que funcione porque...

—¡Yes! —celebra —¿sabías que los tiburones vivieron con los dinosaurios?

—Veo que alguien se quedó viendo videos de dinosaurios hasta tarde —le entrecierro los ojos.

—Un poquito...—me dice destellando inocencia y se baja de mis brazos para salir corriendo.

Lo alcanzo en la cocina y le preparo rápidamente unos pancakes a los que les pone mucha miel, pero con toda la energía que ha de necesitar para recorrer el acuario ni me opongo en que coma azúcar.

Yo solo me como un bol de cereal con leche, una costumbre que agarré de...

Despabilo el recuerdo y me concentró en el niño que degusta sus frutas rojas que también le añadí a su desayuno.

Al acabar de comer, se baña y me aseguro de que se haya lavado los dientes, le acomodo su ropa cuando termina de vestirse y le amarro sus tenis para dejarlo entretenido en su tablet mientras yo voy y me arreglo en mi habitación pero no sin antes...

Recojo todo lo que me recuerda a ella, su ropa, sus fotos, sus maquillajes y accesorios, sus perfumes e incluso algunos trabajos de la universidad que tenía entre sus cosas que terminan en fundas negras de basuras que tenía en el baño y amontonadas en el closet por el momento.

Si quiere estar muerta para nosotros, pues lo estará.

Me termino de vestir y agradezco al niño que ahora tomo de la mano para salir de nuestro condominio porque de no ser por él no se que sería de mi.

Es lo único que me ha mantenido fuerte y cuerdo todos este maldito tiempo sin ella.

Lo dejo en casa de sus abuelos y me encamino a la corte para suspender el acta de matrimonio.

Me cansé.

El único sitio de referencia que tuve donde buscarla fue el antro en el que Brenda aseguró que le vendió drogas pero lo único que encontré fue un número de teléfono al que ya no se cuantas veces he llamado sin respuesta o escrito obteniendo la misma negativa.

Luz de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora