El primer mes de Matt ha sido realmente agotador y el que sus abuelos maternos hayan demandado a Ethan para obtener su custodia pese a que Avery no se le da la gana de aparecer no ayuda.
El niño no para de llorar, está recién comido, el pañal está limpio así que no se que tiene. Entre Ethan y yo nos turnamos para cargarlo, pero ninguno logra cesar el llanto.
—¿Qué es, mi amor? ¿Por qué lloras así? —le pregunto meciéndolo cómo si pudiera responderme.
El desespero cargado del estrés y del cansancio por las malas noches me lleva al borde de las lágrimas que intento disimular ante Ethan.
Me recrimino el no poder hacer más para aliviar sea lo que sea que le moleste, llamo a mi hermana pero ya he hecho todo lo que me indica y nada da resultado.
Terminamos llamando al pediatra, nos hace tomarle la temperatura que esta dentro de lo normal entonces llega al diagnostico de que el bebé tiene cólicos y nos asegura que es normal.
Le doy los masajes en su pancita recomendados por el doctor y mi ansiedad se va calmando cuando el niño va dejando de quejarse hasta quedarse dormido.
*****
Los siguientes dos meses son más complicados por mi inicio de clases, me cuestiono el que puedo hacerlo mejor, me encantaría poder dedicarles mas tiempo y ser lo que ambos se merecen.
Algo me dice que Ethan se siente igual o peor que yo sobre todo porque ya las notificaciones del juzgado llegaron y el proceso va a empezar.
Malditos Reed's.
Hemos intentado tener un poco de tiempo de pareja, de intimidad, pero siempre nos gana el sueño. Tampoco me ha dado tiempo de hacer vida social como cualquier otra universitaria, pero no me importa.
Todo lo que necesito me espera en casa.
Todo vale la pena con cada sonrisa que me regala Matt, cada balbuceo que hace queriendo hablar, cada cosa nueva que aprende, me basta mirarlo para convencerme de que puedo con esto.
No se en qué momento, pero este pequeñito ser se ganó cada centímetro de mi corazón y es que ya no me imagino llegar del trabajo o de la universidad sin la ilusión de saber que el está esperándome para alimentarlo o para simplemente acurrucarlo hasta que se duerma, sin inhalar su olor que es como una recarga a mis energías.
Y lo mejor que he olido en mi vida.
*****
Llega el día de la audiencia y los nervios están en el aire, el niño se va a quedar con la niñera que nos tardamos bastante en conseguir ya que no queríamos dejarlo con cualquiera.
Ethan me deja en la universidad y se va al juzgado.
Ya me hubiera comprado mi propio carro con mis ahorros, pero cada cosa que veo de bebés en línea lo pido para Matti o para Olí, por lo que me he ganado el regaño de Ethan porque dice que no es necesario pero es algo que me nace.
Mis bebés lo merecen todo.
En la tarde estaba atendiendo el drive thru del local cuando me entra una llamada que no dudo en contestar ya que es de la niñera.
—Hola ¿Qué pasa? —respondo.
—Disculpe que la moleste, pero el señor no me responde y ya terminó el tiempo por el que me pagaron —me informa.
Miro la hora en mi móvil y efecto su tiempo de baby sister acabó y Ethan ya debió llegar a casa.
—¿No te puedes quedar otro rato? Se te pagará extra —le pido.
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Luz de amor
RomanceLuz, una jovencita de 18 años, tendrá que irse a vivir con su hermana mayor y su recién esposo para estudiar pero en el proceso se termina enamorando del hermano de su cuñado que es mayor que ella por lo que no todo será color de rosa y tras una dec...