"Nos volveremos a ver, Luz" Esas palabras rondaron en mi mente el resto del fin de semana, pero traté de no darle mucha importancia porque dudaba que realmente me lo volviera a encontrar.
Eso espero.
Como le dije a Lyla, jamás saldría con alguien como él, toda su aura gritaba aléjate y su reacción me auguró que ella lo hizo muy tarde.
*****
Ya iniciaba mi segunda semana de clases y esta vez los profesores no tuvieron tanta consideración enviándonos trabajos muy pesados por lo que mi rutina consistía en ir a la universidad, regresar a casa e instalarme en mi portátil.
Así pasé hasta que volvió a llegar el fin de semana. Era un sábado por la noche y bajé a la cocina por un bocadillo hasta que vi que Ethan se asomaba por el marco de la puerta.
—Hola —me saludó, no lo había visto en todo el día —¿Quieres ver una película? —preguntó con un tono nervioso que por primera vez le escuchaba.
La verdad era que ya me había empezado a ver una en mi computadora pero...
—Eh, si... está bien —acepté —si quieres preparo palomitas —le consulto.
Él asiente con la cabeza y se devuelve a la sala.
Segundos después, ya con las palomitas hechas me incorporo en la sala y él reproduce la película en el televisor plasma que colgaba en la pared central.
Él se había sentado en uno de los extremos del sofá y yo en el otro, dejando al tazón con las palomitas en el medio. Todo iba bien aunque se sentía cierto nerviosismo en el ambiente como si ninguno de los dos supiera como actuar o que hacer y no se porque pero el hecho de que estuviéramos completamente solos en casa porque Olí y Liz habían salido a cenar a lo que llamaron su primera cita como esposos lo hacía todo más... Incómodo.
Solo es una película, Luz. Relájate.
Pero eso me es imposible cuando en cierto momento nuestras manos se toparon en el tazón para agarrar las palomitas quedando una sobre la otra.
Ambos nos quedamos estáticos y su contacto me hizo sentir un extraño pero placentero escalofrío que no había sentido jamás.
Él la separó enseguida llevándosela a su nuca para sobarla como si le doliera.
Yo por mi parte me límite a clavar mis ojos en la pantalla fingiendo que le prestaba atención y hacer como que no pasó nada, pero esa no fue la peor parte, al cabo de un rato en la película exhiben una escena... no apta para menores de edad.
La extraña tensión aumentó y vi que se tiraba del cuello de su camisa de un lado a otro como si este lo estuviera asfixiando.
Me volví a centrar en la película un poco avergonzada porque se me vinieron a la mente las fantasías que había tenido con él.
Dicha escena pasó, pero aquí no acabo la cosa.
Nuestras manos se volvieron a encontrar en el tazón pero me asombré al ver que esta vez no la quitaba y mi sorpresa fue mayor cuando sentí que agarraba mi mano que tampoco había apartado y la empezó a acariciar con su pulgar.
Mi corazón se agitó muy de prisa, más que las otras veces, en especial cuando de mi mano pasó a mi antebrazo y luego a mi brazo hasta llegar a mi nuca; dió un pequeño tirón haciéndome acercar más a él y yo caí con las rodillas hundidas en el colchón del sofá quedando a la misma altura.
Nos miramos fijamente, yo tragué grueso y él volvió a dar otro tirón acortando la distancia entre los dos, estábamos tan cerca que podía sentir su respiración.
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Luz de amor
RomanceLuz, una jovencita de 18 años, tendrá que irse a vivir con su hermana mayor y su recién esposo para estudiar pero en el proceso se termina enamorando del hermano de su cuñado que es mayor que ella por lo que no todo será color de rosa y tras una dec...