Capítulo 4 - ¿Nuevas amistades?

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La primera semana de clases no estuvo tan mal, los profesores no dejaban tantos trabajos y cada vez me llevaba mejor con Lyla y sus amigos.

Llegó el fin de semana y esperaba estar de floja todo el día. Me encerré en mi cuarto viendo una serie que me había empezado hace poco y solo bajaba para buscar comida.

Lo bueno es que mi hermana estaba todavía en plan de luna miel con Olí así que no me prestaba tanta atención que digamos sino me hubiera regañado diciéndome que aprovechara mi juventud y saliera más, pero eso no era lo mío.

Así pasé el día hasta que me llegó un mensaje de Lyla invitándome a una fiesta.

> Hey ¿tienes planes para hoy?

No ¿porque? <

> Ahora si los tienes

¿Que? <

> Tres palabras: fiesta, alcohol y chicos 

>Pásame tu ubicación que a las 8pm te pasamos recogiendo.

Prefería quedarme en casa pero Lyla ya daba por hecho que iría y no se me ocurría ninguna excusa creíble para negarme.

Tenía dos horas para arreglarme, revisé en mi armario y opté por un pantalón color caoba y un crop top blanco, encima una chaqueta Jean, estaba dudando si ponerme unas plataformas o unos tenis, me quede con las plataformas que no eran tan cómodas pero si iba a una fiesta universitaria no podía ir en tenis, además que me hacían lucir más alta.

Me solté mi castaño y ondulado cabello que ya lo tenía muy largo para mi gusto. De maquillaje me puse rímel, un labial café y no necesité mas, agarré mi pequeña bolsa negra en la que apenas me cabía el teléfono con algo de dinero.

Bajé y me encontré con Ethan en la cocina, se estaba preparándo algo que olía muy rico de cenar. Andaba sin camisa, solo con una pijama de satén, era la primera vez que lo veía así, bueno... Al menos en la vida real porque en mis sueños...

Si, seguía teniendo esas fantasías con él.

Me hizo un barrido de arriba a abajo con los ojos cuando me vio y mi corazón se puso a toda marcha como si ningún hombre me hubiera mirado jamás.

—¿Vas a salir? —preguntó con un semblante de paternidad que no me gustó.

—Si, con unos amigos de la universidad —Digo mientras me servía un vaso con agua.

—¿Y ya lo sabe tu hermana? —Volvió a preguntar en el mismo tono.

¿Es enserio? Ahg. Pero si ya no soy una adolescente que tiene que estar pidiendo permiso y menos a mi hermana para salir.

—No, pero luego le aviso —contesté con una sonrisa de lado.

—Bueno, que te diviertas —concluyó mientras servía su plato.

Él agarró su comida y se fue escaleras arriba.

Faltando cinco minutos para las ocho escuché el claxon de una camioneta que se me hacía familiar.

Era la camioneta de Fred que me estaba esperando junto a Lyla. Resulta que ellos se conocían porque vivían en el mismo edificio. Eso me alivió ya que si me incomodaba o me aburría en la fiesta podía pedirle el favor de que me trajera a la casa y me fiaba de él porque se que no bebería nada de alcohol al igual que yo.

—¿Lista para divertirte, minion?

Consulta Fred, animado.

—¡Vamos a pasarla increíble!

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