Me quedo congelada al ver al chico cuyos rizos bien definidos le adornaban su cabeza.
—No lo hagas —me repite Fred tomándome de la mano en donde tenía empuñada la droga.
—¡Déjame! —espeto zafándome —¡merezco también hundirme en esta porquería!.
—Así no vas a cambiar nada —intenta quitármela pero no pudo, mis reflejos al esquivarlo fueron mas rápidos —Luz, por favor...
Me quedo mirándolo fijamente mientras mi labio inferior tiembla y por inercia suelto la pastilla que cae al suelo, él la termina aplastando haciéndola polvo en el piso y luego me estrecha contra su pecho.
El llanto me vuelve a ahogar.
—Todo estará bien, Minion bonito...
—Sácame de aquí, por favor...
Me asiente y cuando logro calmarme lo tomo de la mano para escabullimos para que Troian no se diera cuenta de que me estaba yendo.
Sus primos estaban supervisando a las demás y como si le hubiera dado una especie de alarma la mirada de Connor se choca con la mía...
—¡Vete! —le pido a mi amigo.
—¡Estas loca si crees que te voy a dejar sola! —se pone enfrente de mi como un escudo.
Intento arrastrarlo hacia la salida, pero ya es tarde cuando Connor nos alcanza.
—¿A donde vas? —pregunta y ahora me pongo al frente de Freddy para encararlo.
—Déjame, que no te importa —le contesto y me apreta los labios rabioso.
—A Trioan no le va a gustar que te vayas con este.
—Pues ve y anda de chismoso —le replico —quizás así te aumente el sueldo o te de una galleta de premio, perro.
Tomo impulso y reúno todas mis fuerzas para empujarlo, ni son muchas pero si lo suficiente para hacerlo chocar con otras personas que terminan derramandoles sus bebidas cosa que aprovechamos para huir.
Salimos de ese antro directamente a su camioneta donde nos esperaba Lyla quien me recibe con un abrazo.
Resulta que los habían invitado a ese antro, Fred me vió justo cuando Troian me pasaba la droga y decidió seguirme.
Nos plantamos en un parque cercano y les cuento todo cuando caemos en el húmedo césped, que en mi casa ya sabían a lo que me había dedicado todo este tiempo y lo de Ethan con su inesperada paternidad.
—Si denuncian, tú también tendrías serios problemas....—comenta Lyla.
—Lo sé, pero eso es lo de menos, temo a que si denuncio él de alguna forma cumpla con sus amenazas.
—Pero no hay otra manera.... Si no te va a seguir molestando —habla Fred.
—No, con o sin denuncia tengo que afrontar las consecuencias —me resigno —como lamento no haberte escuchado, Lyla.
Ella se estira para darme otro abrazo.
—Lo importante es que al igual que yo también saldrás adelante —me dice— ahora, con respecto a lo otro...
—No me voy a meter en medio de una familia —digo tajante.
—¿y eso es lo que él quiere? ¿Formar una familia con ella? —me refuta mi amiga —Si volvió por ti...
—Él no volvió por mi —aclaro.
—Luz, hasta yo se que el solo vino por ti —apoya mi amigo.
Que bien se siente poder llamarlo así otra vez.
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Luz de amor
RomanceLuz, una jovencita de 18 años, tendrá que irse a vivir con su hermana mayor y su recién esposo para estudiar pero en el proceso se termina enamorando del hermano de su cuñado que es mayor que ella por lo que no todo será color de rosa y tras una dec...