Capítulo 12 - Adiós anunciado

28.5K 1.5K 191
                                    

Esa tarde, salí de clases y cuando llegué a casa para mi mala suerte Avery llegaba al mismo tiempo que yo en un taxi y me interceptó en la entrada.

—Espero que hayas entendido el mensaje, chiquilla estúpida —Empezó ella.

Yo solté una sonrisa burlona.

—Perfectamente —le respondí con sarcasmo —pero creo que él no porque durmió conmigo anoche —mentí y eso último la descolocó. 

Pensé que se me iba a tirar encima del coraje que denotaba pero justo llegaron Liz y Olí obligándose a controlarse. Entramos y Ethan estaba en el despacho, cuando nos oyó se nos unió en la cocina.

En cierto momento Liz aprovechó que los demás estaban distraídos y se acercó a mi.

—¿Esa tipa te está molestando? —me preguntó en un susurro.

Negué con la cabeza.

—Porque si es así yo la pongo en su lugar —esto me sorprendió, pensé que le agradaba pero al parecer no, mi hermana también se dió cuenta de las malas intenciones de "Avy".

—No será necesario —le respondí disimuladamente con una sonrisa.

El almuerzo acabó sin mucha platica y yo me fui a mi cuarto para hacer los trabajos de la universidad.

Sentí que alguien me seguía y era la víbora de pelos negros.

—¿Si sabes que solo eres su distracción del momento? —me ladra jalándome del brazo y girándome hacia ella con brusquedad.

—¿Ah? —la miré con desentendimiento.

—Que cuando regrese a Estados Unidos ni se acordará de tu existencia —dice con una sonrisa maliciosa.

Y fue entonces que recordé lo que Ethan me dijo en la boda, que solo estaría en la casa un par de meses en lo que ayudaba a su hermano con un proyecto. Eso me cayó como un balde de agua a fría 

¡Se va a ir!. 

¿Cómo me pude olvidar de ese detalle?.

De repente sentí un nudo en la garganta y un pinchazo en el corazón que me aprisionaba el pecho. Jamás me había sentido así con la sola idea de la ausencia de alguien, ni siquiera con las de mis padres. Me había acostumbrado a verlo todos los días, a sus besos y caricias clandestinas, al cosquilleo en el estómago que me provocaba su presencia, a todo él.

Yo me zafé bruscamente del agarre y Avery continuó destilando su veneno.

—¿Enserio creíste que prefería esto? —me señala de arriba a abajo con su dedo —¿a todo lo que tiene allá conmigo? —continuó —Claro que no querida, solo fuiste su juguete para pasar el rato mientras estaba aquí.

Sus palabras infundían dudas y con ellas cierto pesar ¿enserio esperaba que él dejara toda su vida en Estados Unidos y se quedara aquí por mí?

Claro que no, tú no eras ni serás parte de su mundo.

Me espetó cruelmente mi conciencia.

De pronto vimos que Ethan venía subiendo y se iba acercando, yo lo miré acongojada metiéndome a mi habitación.

—¿Que le dijiste? —Escucho que le reprocja Ethan lo que hace que pegue mi oído en la puerta.

—¡La verdad! —le gruñe —me voy a visitar a mi hermana, me avisas si tomas una decisión.

¿Decisión? ¿Que tendría que decidir?

Escuché sus pasos alejándose.

Traté de centrarme en mis deberes y no pensar pero me era imposible, una súbita melancolía me invadió esa tarde.

Luz de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora