Capítulo 24 - Sentenciado

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La platica de la reunión se centró en el trabajo, proyectos que tenían pendientes Olí y Julián entre otras cosas relacionadas con la empresa, Liz y la señora River protestaron porque se suponía que estaban allí para descansar de lo laboral.

—¿Tú también eres parte de la empresa de Oliver verdad? —le pregunta inesperadamente Troian a Ethan causando una atmósfera tensa en el ambiente.

—No, sólo lo ayudo con algunos proyectos —le responde cortante.

—¿Enserio?.

—Si ¿porque?.

—Porque creo que mi papá puede contratar a mejores arquitectos para ayudarle.

Veo que Ethan aprieta fuertemente los puños y yo contengo las ganas de agarrarle la mano para calmarle.

—Oh créeme, es el mejor —lo contradice su propio padre.

Olí orgulloso le palmea el hombro a su hermano.

—Así es, mi Olí y mi cuñado son los mejores —concuerda Liz.

—Bueno si ustedes lo dicen...

—¿Y tú a que te dedicas? —le pregunta Ethan —porque a ayudar a tu padre no creo...

—¿Y tú que sabes si le ayudo o no?

—Lo mismo que tú sabes de mi para decirme que hay mejores arquitectos que yo.

Ambos se inclinan levemente de sus sillas desafiándose con la mirada.

La señora River observa completamente confundida la escena sin entender la discordia de estos dos.

—Buscate un oficio y dejala en paz.

La tensión aumenta con el gruñido de Ethan a la vez que Troian soltaba un risita irónica.

—Este sin oficio estuvo con ella cuando tú te fuiste solo porque sus papis y su hermana no te querían.

Eso hasta a mi me descolocó, la mirada de decepción de Ethan penetra la mía haciéndome arrepentir inmediatamente de contarle cosas a maldito que tengo al lado.

Le conté lo que pasó pero nunca le di nombres, tal parece que no le costó nada sumar dos mas dos y deducir de quién le hablaba.

Golpeo sutilmente con desaprobación en la pierna a Troian quien enseguida me mira muy enfadado.

—¡Para ya! —le susurro —Él se levanta y me estira su mano que tomo de mala gana, nos dirigimos hasta la sala —Es increíble que hagas esto — reclamo —¿Qué ganas?

—Que ese pelele se de cuenta de cuál es su lugar.

—y según tú ¿Cuál es?.

—¡Lejos de ti y de los proyectos de mi padre!

—¿Desde cuando te importan los proyectos de tu padre?

—Desde que él empezó a meter sus narices en lo que no le importa.

—¿Que? ¿A qué te refieres?

—Qué aparte de fijarse en ti, le está metiendo ideas a tu cuñado sobre la empresa.

—¿Qué ideas? —inquiero.

—Cómo deshacer la sociedad que tienen, por ejemplo.

—Pues por algo será ¿no?

Esboza una sonrisa burlona —Te lo advierto, no tendré contemplaciones con él.

—Déjalo en paz, pronto se irá del país —le aseguro.

Luz de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora