Cap 11

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Todas la clases toman sus respectivos autobuses para llegar el lugar donde será el festival.

—Izuku, Izuku—

— ¿Qué pasa? Uraraka trato de dormir— dice con una voz perezosa y sin abrir sus ojos.

—Estoy aburrida por eso molesto— dice mientras toca con su dedo índice la mejilla del pecoso varias veces.

—Habla con Rin, está al lado tuyo— inclinado su cabeza para atrás acomodándola en el asiento.

—Es que está tan nervioso que creo que está muerto, mira— acercándose al oído de Rin —All Might está volando— no hubo respuesta del parte del chico — ¿Ves? —

—Usa tu teléfono—

—No tengo—

— ¿Lo rompiste? —

—Nunca he tenido—

El pecoso abrió los ojos mirando a la chica, luego suspiro —ten— dándole su celular —es un regalo a cambio déjame dormir son dos hora de viaje— volviendo a cerrar sus ojos.

—Espera no puedo tomarlo es tu teléfono—

—Te dije que me dejaras dormir— habla con una voz cansada —trabajo los fines de semanas no te preocupes por eso, tengo otro en casa—

—Espera ¿Por qué trabajas? Mejor dicho ¿Cómo conseguiste trabajo siendo menor de edad? —

—No es nada oficial, soy un ayudante de un ingeniero de electricidad, aprendo muchas cosas ahí, y mis gustos son muy caros el dinero de mis padre no alcanza—

—Aun así no puedo tomarlo—

—Si no lo haces lo romperé, así ninguno de los dos tendremos el teléfono—

—Eso es muy drástico—

— ¿Crees que no lo haría? —

Ella miró al chico fijamente, este no lo notó por que sigue con sus ojos cerrado tratando de dormir, Ochako sabe que lo hará algo en su interior se lo dice —está bien— dijo suspirando —te lo pagaré de alguna forma—

—Ya te dije como, déjame dormir—

Ella hace un puchero mientras mira el celular —gracias— dijo algo avergonzada y en un susurro para que él no escuchara.

—De nada—

La castaña se puso roja al escuchar la voz del pecoso (me escuchó que vergüenza) poniendo su cara en la mochila (mi corazón late demasiado rápido, siempre pasa eso cuando él está cerca)

Dos horas después

—Izuku despierta, despierta—

—Te dije que me dejaras dormir—

—Ya llegamos—

—En serio ya pasó dos horas— mientras bostezaba —sentí como si fuera cinco minutos—

—Haz algo con Rin, intente de todo, pero nada—

—Tendré que hacer algo drástico— dice el pelinegro con una voz seria —Rin, Bakugo te busca—

—Eh— gritó asustado — ¿Qué le hice ahora? —

—Funcionó— dice Uraraka sin creérselo con una gota en la cabeza —de verdad funcionó—

En un espiralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora