La mujer decidió llevarse al pequeño, lo cargaba en su espalda y lo arropó con una abrigo que ella poseía llevándolo a su hogar, por su suerte el niño despertó, le dio de comer, lo baño también compro algo de ropa, ya que la que poseía el chico simplemente no se le puede catalogar como algo para vestir, ahora mismo ella esta rodilla mientras con una toalla ceca el pelo del pecoso — ¿No dirás nada mocoso? — Dijo con una voz suave, calmada y muy amigable —estas mudo desde que traje—
— ¿Me golpearas? — y a pesar de esa pregunta su expresión monótona no cambión de su cara.
—Bueno, te traje aquí, te di comida, te bañe, te puse ropa y ahora secó tu pelo ¿Qué crees tú? —
—Me estas cuidando—
—Eres muy inteligente mocoso— quitando la toalla de la cabeza del chico —listo, ya estas como nuevo—
—Gracias—
—No te vez agradecido— dijo mientras se sentaba —bueno supongo que no eres alguien muy expresivo— y sí, ella tiene razón sobre eso — ¿De dónde vienes? —
—Del orfanato—
—Ya veo, te tratan mal ahí ¿Verdad? — Supuso eso por la anterior pregunta del chico — ¿Tienes un familiar o algo? Te llevaré—
—Mi papá y mi mamá—
(Incluso con esa respuesta no cambia su expresión, aunque veo la tristeza en sus ojos) — ¿Puedes contarme? —
—No tengo don— después de eso esperaba el desagrado de la mujer, nadie quiere estar con alguien sin particularidad, es lo normal estos días.
—Ok entiendo— dice mientras se levantaba —trata de no romper nada, haré la cena, llegaste en un buen momento—
— ¿No me dirás nada? — ahora fue el niño quien preguntó —que no debí nacer, que soy un inútil o una basura, que debería morir, o que me aleje de ti— palabras que escuchaba a diario de sus compañeros de clases y en el orfanato, un año y algunos meses sin mostrar signo de tener un quirk es muy duro el trato que te dan las personas.
—Solo diré que tienes unos ojos muy lindos, se parecen a los míos— entrando a la cocina sacando su cabeza —ah sí, tengo algo que decirte, no rompas nada mocoso— así entró nuevamente a su cocina.
El chico se siente extraño en este momento, no era algo que esperaba, después de tratos negativos que le dan las personas diariamente no esperaba un elogio, o que esa persona lo siguiera tratando bien después de saber que no tiene particularidad, no tiene nada que perder siendo sincero consigo mismo, y simplemente se sentó cruzando sus piernas, haciendo lo único que le pidió la mujer, no romper nada, aunque tampoco hay mucho que romper, se vez desde lejos que la chica es alguien minimalista.
Y así pasó el tiempo, ambos sentado en una mesa, la peli negra come normalmente, mientras Izuku ni siquiera ha tocado el plato, tiene algo mente y la mujer lo sabe, solo espera que lo diga por sí mismo — ¿No te molesta? — fue la pregunta de Midoriya.
— ¿Qué cosa? —
—Estar conmigo—
— ¿Qué tiene eso? — apuntándolo con su cuchara volviendo a comer nuevamente.
—Nadie quiere estar cerca de alguien sin don— esa fue su respuesta.
— ¿Vez que me molesta? —
—No—
—Entonces no preguntes—
—Aún así es raro—
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En un espiral
FanfictionIzuku, un chico recién ingresado de la prestigiosa academia llamada U.A, un joven un tanto peculiar, que posee un gran talento para ser un héroe, estando a la vista de todos, tanto héroes como villanos, pero mientras más pasa el tiempo sus compañero...