Cap 57

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Kendo se encuentra volando para tener el panorama completo de toda el área —allí estás— clavó su vista en el pecoso trasladándose delante de él, y con su antebrazo tomaba el cuello del chico pegándolo de la pared —para esto Izuku— haciendo más fuerza mientras con su mano libre sacaba otra esposas antiquirk.

(¿Desde cuándo es tan fuerte?) Pensó el chico, y de un ágil movimiento giró a la chica, tomándola por sus dos muñecas pegándola a la pared, ambos se miraban directamente a los ojos de manera diferente, Izuku con su tranquilidad que tanto lo caracteriza, y Kendo con una seriedad que no es normal en ella —tú para esto—

— ¿Qué vas hacer? Golpearme como a Rin, romperme de nuevo corazón, hacer cosas para odiarte y te deje en paz—

—Yo nunca te haría es…— después suspiró —sí, eso haré—

—No eres el Izuku que conozco, siempre dices que haces lo que quieres, pero quieres decirme algo y lo cambias por otra cosa completamente diferente, te volviste un cobarde, di lo que piensas de una maldita vez y deja de mentir—

—Es injusto la situación que me pones... Itsuka

— ¿Y crees que lo que haces no es igual? — Le gritó —no solo quiero salvarte porque eres… eras mi novio, sino porque soy una heroína, porque de verdad necesitas ayuda, y la quieres, pero no sabes cómo pedirla, quiero ayudarte igual que a Todoroki, ustedes tiene salvación, todos creen eso, por eso nadie lo ha tachado como criminales, así que déjate ayudar de una buena vez—

 Lo inevitable pasó, las lágrimas que Kendo a retenido desde que se encontró al pecoso empezaron a salir —odio verte llorar y más si la razón es por mí— dice eso mientras con su pulgar le secaba la lagrimas a la chica —no quería que nada de esto pasara—

— ¿Entonces por qué? —

—No me entiendes, no quería que me encontraran, quería desaparecer de sus vidas y solo ser un recuerdo más, pero las cosas nunca salen como quiero—

Esas palabras hicieron que ella llorara más, eso es lo que planeaba, desaparecer por completo que no hubiera ningún rastro de él —esto no debe de ser as…— pero fue callada recibiendo lo que menos esperaba en este momento, un beso, se mentiría a ella misma si dijera que ya no lo quiere por lo que pasó, incluso teniendo la infidelidad de su novio en mente, eso no fue impedimento para corresponderle el beso del chico que tanto ama y él mismo que le destrozó el corazón.

—Odio esto— fueron las palabras del pecoso, que incluso en una situación así tiene su misma expresión monótona —odio haber estado en la U.A, odio haber hecho amigos en ese lugar, odios tenerle cariño a cada uno, y más odio estar enamorado de ti, solo hacen que las cosas sean más difíciles para mí, que dude de mis decisiones, y que me sienta pésimo por todo lo que provocó—

Izuku— dice ella mientras lo tomaba por el cuello de su sudadera para que esté la mirara a los ojos —solo ven con nosotros, no tienes que odiar toda las cosas buenas que te han pasado, al contrario, tienes que protegerlas—

—Sí me lo hubieras dicho hace tres días atrás hubiera ido con ustedes— confiesa el chico —pero las cosas cambiaron más de lo yo hubiera querido—

— ¿Qué te pasó? Solo tienes que hablar y te ayudaremos—

—Lo siento, pero ya todo se arruinó, no tengo salvación, la próxima vez que nos veamos seremos enemigos— dijo mientras se alejaba de la chica —haré muchas cosas que tú como heroína tendrás que impedir, pero no vas a poder detenernos—

En un espiralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora