Cap 37

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—Itsuka, Itsuka, Itsuka— fueron los gritos de su preocupada amiga Uraraka que trata de despertarla con la heroína Mirko, por fin la pudieron encontrar, ya que la peli naranja hubiera desaparecido en un parpadeo sin razón alguna para lo que logró ver la castaña.

Esta despertaba, no se encontraba en mal estado — ¿Dónde estoy? — preguntó para ella misma desorientada.

—Itsuka mírame— dijo la heroína al verle la mirada perdida a la peli naranja, es obvio que no sabe que pasa en su alrededor en este momento — ¿Quién te hizo esto? ¿Lo pudiste ver? —

—Señorita Mirko— dice al reconocer a la heroína, pero tiene una voz embobada, aún está aturdida — ¿Hacerme qué? —

—Itsuka reacciona— ahora fueron las palabras de Uraraka —tus manos están sangrando—

— ¿Sangrando? — con una confusión en su voz mientras miraba esa parte de su cuerpo, por fin la chica se recuperó por completo, y su mirada perdida cambió a una seria —esta no es mi sangre—

—Itsuka explícanos ¿Qué pasó? — preguntó la mujer preocupada.

Ella solo levantó la mirada hacia las dos chicas —es Izuku, él sigue vivo—

En un lugar desconocido

Un peli rojo camina al lado de alguien con una sonrisa que parece que nunca se le borra de su rostro —Mineta, tengo una pregunta para ti—

—No me gusta los cuestionarios— contestó mientras come helado —pero sé que no me dejaras tranquilo, así que habla—

— ¿Qué pasó en realidad con Izuku? Esa forma que dijiste como lo mataste, sé que alguien como él no moriría de esa forma, es muy precavido y siempre tiene la guardia alta—

—Tsk— hizo ese sonido algo molestó —no quiero recordar ese día—

—Cuéntame, ya tengo curiosidad—

—Ese hijo de perra, de verdad que es alguien peligroso— le empezó a contar lo que sucedió.

Flashback

Minoru dormía tranquilamente en su habitación, pero sintió una presencia que solo significaba peligro, después de todo es un villano, incluso durmiendo es alguien difícil de atrapar, pero solo abrió los ojos, contaba con la oscuridad que esa presencia no se percatara de eso, pero los vio, unos ojos carmesís que brillaban intensamente en la oscuridad, es lo único que podía ver por la densa oscuridad, pero luego cayó un rayo, ya que era una noche lluviosa, y solo observó brevemente una silueta que reconocería donde fuera, y más que tiene esa Katana en su espalda, se encontraba sentado en su ventana.

—Hola Mineta— fue un saludo bastante casual para la situación.

—Midoriya ¿Qué haces aquí? — preguntó como actuaria el Mineta pervertido.

—Solo vengo a saludar— levantándose caminando lentamente hacia él.

—Espera mañana, esto es muy raro— cayendo de su cama, se aleja del pecoso poco a poco.

—Mejor dicho me vengo a despedir— tomando el cuello de Mineta pegandolo fuertemente a la pared, elevándolo muy alto ya que es pequeño.

—I-Izuku ¿Qué haces? — preguntó como pudo, ya que no puede respirar.

— ¿Crees que no me di cuenta? — Dijo con una voz calmada como siempre —traidor—

— ¿De qué estás hablando? No soy un traidor, estás loco—

En un espiralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora