2. La llegada del bombón

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El instituto Luxord, es un colegio de mucho prestigio por la alta calidad académica y variedad de especialidades que preparan profesionalmente a sus estudiantes. Asisten jóvenes de todos los países de Latinoamérica, sin embargo, estudiar en Luxord, es un lujo que no se lo puede dar cualquiera, solo gente muy adinerada puede costear los gastos de miles de dólares para la educación y comodidad de sus hijos.

No obstante, hay una minoría de estudiantes que no están ahí por tener mucho dinero, sino, por ser poseedores de becas completas gracias a sus sobresalientes calificaciones con promedios perfectos, los cuales gozan de todos los beneficios que la institución les brinda al igual que a los estudiantes ricos, por lo tanto, son todos tratados por igual, ya que es una regla de oro en Luxord que el estatus económico de cada estudiante se mantenga en confidencialidad. Nadie sabe quiénes son los becados.

Una lancha muy moderna y sofisticada se acerca al muelle. Una chica colombiana, alta, trigueña, con cabello largo ondulado color chocolate, que trae puestos unos costosos lentes de sol, baja de la lancha con ayuda de uno de sus tres acompañantes.

-Julio, bájeme mi equipaje y consígame un taxi -ordena Celeste a uno de sus empleados que venían con ella en la lancha.

-Sí jefa -dice Julio y obedece a la ordenanza de Celeste.

Renata Villamón e Isabela Martínez la ven llegar y se acercan a recibir a su amiga.

-¡Hola mis nenas! -exclama Celeste con emoción y las abraza fuertemente.

Renata e Isabela reciben aquel abrazo con mucha alegría. Las tres se quedan abrazadas por unos segundos. Están emocionadas por su reencuentro para un nuevo año escolar.

-Te extrañé mucho, nena -dice Renata.

-Yo igual, obvio -dice Isabela.

-También las extrañé. Lo bueno es que las tres nenas estamos juntas de nuevo.

-Sí, nena mayor, tenemos muchas cosas que contarte -pronuncia su amiga Renata.

-Todo lo que tengan que decirme, lo hacen cuando ya esté instalada en nuestra habitación.

-Y tienes que contarnos cómo hiciste para que nos tocara nuevamente ser compañeras de habitación. Sabes que al iniciar bachillerato hay muchos cambios, incluyendo habitación.

-Isa, eso no es algo que importa -masculla Celeste con una sonrisa en su rostro.

-Nena, no tratés de ocultarnos nada, ¿recordás el año pasado, cuando casi fuimos expulsadas porque nos ocultaste aquella travesura que les hiciste a las brasileñas? Al estar en la dirección quisimos cubrirte, pero nuestra historia no concordó con la tuya. Así que este año, no debe de haber más mentiras ni secretos entre nosotras.

-¡Ya basta, Renata! No tienes por qué recordarme lo que pasamos el año anterior.

-Lo bueno es que estaremos juntas los tres años de bachillerato, tanto por escoger la misma especialidad, como por ser compañeras de habitación. Las personas que te toquen de compañeras de habitación el primer año de bachillerato serán las mismas los tres años. Así que, sea lo que sea que hayas hecho, Celeste, fue excelente.

-Lo sé, Isa. Las tres nenas juntas de principio a fin. Desde séptimo hasta la graduación de bachiller.

-¡Obvio!

-¿Y por qué llegaste tan tarde? Aparte de que corrimos porque pensamos que ya habías llegado, nos hiciste esperar treinta minutos.

-Al parecer ustedes dos se pusieron de acuerdo para hacer preguntas y reclamos tontos.

-Está bien, no digas nada Cele -responde Isabela.

-Jefa, el taxi la está esperando -indica Julio, el cual se ve bastante agotado por tener que bajar todas las maletas de Celeste de aquella lancha y luego llevarlas hasta el taxi.

Celeste y sus amigas están a punto de irse del inmenso muelle de aquella bella playa cuando una enorme y lujosa lancha súper moderna, recién salida al mercado; llega a toda velocidad, llamando la atención de todos los estudiantes presentes en el muelle. Los chicos están con sus ojos puestos en la persona que llegó en la lancha. Se escuchan murmuraciones por todas partes. Ha llegado un chico alto, musculoso, de tez blanca y barbilla definida, vestido con unos jeans de color azul oscuro y una camiseta negra bastante ajustada que hace que resalten sus bíceps. Con el pelo lacio pero un poco alborotado a la altura del hombro, el cual se mueve de maravillosa manera con el viento que acaricia su rostro y le da un toque de frescura.

-Bombón -tartamudea Isabela viendo de pies a cabeza a aquel guapo chico con aspecto rudo.

-Mango dulce -balbucea Renata-. ¡¿Ese es Danilo Cedeño?!

-¿Qué hace aquí? -pregunta Isa sin dejar de verlo al igual que el resto de las personas en el muelle.

-¿Acaso no es obvio?, vino a estudiar al mejor colegio de Latinoamérica -contesta Celeste.

-Se ve más guapo en persona que en las fotos de revistas -dice Renata.

-Danilo Cedeño no se me hace tan impresionante, además, escuché que es un poco problemático.

-Eso no importa Cele, todos somos problemáticos en un momento de nuestra vida.

-Renata, creí que habías dicho que este año no querías más problemas.

-Sí, Celeste, lo dije, pero podés olvidar que lo hice -suspira Renata.

-Ya chicas, no se le queden viendo como bobas. Al menos disimulen.

Danilo pasa al lado de las muchachas y no las observa. Con cada paso que da, levanta suspiros de las chicas, aunque a muchos les parece un presumido mimado sin una pizca de humildad.

Danilo Cedeño no está muy feliz de estar ahí, se sentía bien en su antiguo colegio en Ecuador, su tierra natal; sin embargo, a sus padres no les interesó eso, solo quieren mantener su buena imagen ante la sociedad, y que mejor forma de mantenerla que haciendo que su hijo se gradúe en un colegio de tan alto prestigio como Luxord y luego sea un exitoso empresario como ellos.

Le molesta tener tantas miradas encima, pero no puede hacer nada; tiene fama, aunque nunca la haya buscado. Le gustaría pasar más desapercibido y amaría no ser tema de conversación de tantas personas que pasan pendientes de su vida, por causa de sus padres que han buscado cada vez más el reconocimiento en todas partes. Por esa razón, la mayoría de las veces no confía de buenas a primeras en las personas que se acercan a él, ya ha tenido malas experiencias con falsos amigos.

Celeste se va directo al taxi, ya que va muy molesta con sus dos amigas que dejaron de prestarle atención por la belleza del chico nuevo.





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¡Queridos Náufragos!, espero hayan disfrutado del capítulo.

Próximo capítulo mañana sábado, quédense pendientes...

¿Qué les pareció este capítulo? Dejen sus comentarios y votos.

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