24. Qué bueno verte

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Es la mañana del miércoles, Rayssa y Camila bajan a desayunar al comedor de la residencia. Ambas toman sus bandejas y se colocan al final de la fila, esperan su turno para que les sirvan la comida.

-Cami, ya regreso, me urge ir al baño -dice Rayssa riendo, vuelve a poner la bandeja donde estaba y se va corriendo.

A Camila no le dio tiempo ni de responderle, su amiga solo desapareció.

Isabela llega a hacer la fila, detrás de Camila. Isabela la observa, mira a su alrededor y luego la vuelve a observar.

-Oye, eres de México ¿verdad? -pregunta Isabela espontáneamente.

-Sí, tú también ¿cierto? -responde Camila un poco sorprendida.

-Sí, ¿de qué parte eres?

-Monterrey, ¿y tú? -pregunta Camila sonriente.

-¡Qué bien! Yo soy de Ciudad de México -responde Isabela muy animada. Camila le simpatiza, es muy amable. Le encantaría tener una amiga de su país, pero sabe que a Celeste y Renata no les cae bien.

Isabela se comienza a poner nerviosa, deja de hablar con Camila y disimuladamente se da media vuelta viendo hacia otro lado.

Camila cree saber por qué, Celeste y Renata van entrando al comedor con un toque de superioridad.

Celeste se dirige directamente a Camila.

-Qué bueno verte -dice Celeste irónicamente. Celeste está furiosa, siente celos porque piensa que Camila es una amenaza; que le va a robar todo, empezando por Eduardo. Ya la odia, la detesta, y aún más por ser amiga de Rayssa.

-Niña, ¿qué te pasa? -dice Camila haciendo gestos de confusión.

-No quiero verte cerca de Eduardo ¿oíste? Él es mío, así que aléjate si no quieres que me convierta en tu peor enemiga, y te aseguro que no te va a gustar para nada tenerme en tu contra -dice Celeste acercándose mucho a Camila tratando de intimidarla.

-Ay, pues no sabía que Eduardo era tuyo ¿sabes? Que yo sepa, él no le pertenece a nadie -dice Camila muy seria sin dejarse intimidar

-Cuidado con lo que dices, Camilita

-No te tengo miedo.

-Pues deberías -dice Celeste y empuja con fuerza a Camila y hace que se caiga al suelo, llamando la atención de todas las chicas presentes en el comedor, pero inmediatamente se vuelve a poner en pie.

Rayssa venía entrando al comedor y presenció lo que hizo Celeste. Su rabia se enciende, no le importa meterse a problemas, Celeste tiene que pagar.

-Te dije que no te metieras con mis amigos, ridícula bruta -exclama Rayssa empujando a Celeste, pero Renata detiene su caída.

-No le hagas caso, Rayssa, te pueden llevar a dirección -dice Camila tratando de calmar a Rayssa.

-Déjame, Cami, le daré su merecido -dice Rayssa y le da un jalón de pelo a Celeste. Ella se lo devuelve y en un dos por tres están en el suelo en una gran pelea. Celeste golpea muy feo a Rayssa, está encima de ella. Camila se preocupa mucho y comienza a gritarle a Celeste que la suelte porque le está haciendo daño.

Isabela está boquiabierta, no sabe qué hacer y solo se hace a un lado.

-¡Callate Camila, dejá de estorbar! -grita Renata a Camila y le da una cachetada. Isabela se queda asustada, nunca pensó que Renata haría eso.

Camila hierve de furia y sin pensarlo le da un fuerte golpe en la nariz a Renata y la deja sangrando.

Al ver que a Renata le sangra la nariz, Camila se asusta, tiene miedo, sabe que ahora sí está en serios problemas, no hay escapatoria.

A Isabela le empiezan a temblar las manos al ver a su amiga sangrando y con mucho dolor. Desesperada grita por ayuda.

El grupo de Rebeca, Carolina y Magaly observan asustadas todo lo que está pasando desde la mesa en la que estaban desayunando.

Una chica del comedor le da una servilleta a Isabela para que se la ponga en la nariz a Renata.

La señorita Marcia llega al comedor en compañía de un grupo de alumnas que le fueron a avisar de la pelea.

-¡Les ordeno que se suelten ya! -grita Marcia con autoridad, aunque se encuentra bastante preocupada.

Celeste y Rayssa se separan. Celeste se quita de encima de ella y se pone de pie. Rayssa solo se levanta a medias y se queda sentada en el suelo.

-Todas ustedes vendrán conmigo a ver al señor Ricalde -ordena Marcia a todas las involucradas. Casi le da un desmayo al ver sangre y heridas, ya que Rayssa tiene un ojo morado y está toda arañada; y a Renata le sigue sangrando la nariz-. Pero primero, debo llevarlas a ustedes dos a la enfermería, síganme.

Isabela toma del brazo a Renata y la dirige a la enfermería siguiendo a la señorita Marcia. Celeste se les une y se va junto a ellas

Camila sigue en shock, no reacciona, todo pasó muy rápido, no puede contener las lágrimas de estrés y preocupación; así que, Laura García se acerca rápidamente a Rayssa para ayudarla a levantarse, nunca la había visto así, se siente mal por ella. Rayssa es una chica muy noble con un gran corazón, además es una excelente compañera de habitación.

-Vamos, Camila, no llores -dice Rayssa a su amiga y la toma de la mano para irse juntas a la enfermería. Camila suelta más el llanto y la abraza suavemente.

-Espero que todo se resuelva -les dice Laura a Camila y Rayssa cuando se van del comedor.

-Gracias Lau, eso espero -dice Rayssa.

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