45. Mami

31 9 36
                                    

Carolina está en una de las mesas de la cafetería, muy temprano antes de que inicien las clases, esperando a su novio.

—¿Por qué no me fuiste a buscar ayer? Yo quería salir con vos después de clases y ni un mensaje me enviaste —pronuncia Carolina molesta cuando Carlos Manuel llega.

—No sabía que tenía que estar todo el tiempo contigo —responde serio.

—¿Se supone, ¿no? Somos novios —dice Carolina—. ¿Dónde estuviste?

—En ningún lado.

—¿Estás seguro? Porque fui a la sala de entretenimiento con Magaly y Laura, y te vi jugando billar con unas chicas de segundo de bachillerato.

—¿Para qué preguntas entonces, si ya tú sabías?

—Para ver si decías la verdad.

—Que seamos novios no significa que tenga que darte explicaciones de todo lo que hago.

—Magaly tenía razón, he estado yendo demasiado rápido con vos. Porque últimamente te comportás cómo si yo no te importara.

—¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?

—¿Sabés qué? Lo he estado pensando y creo que quiero estar sola. Necesito un tiempo para mí misma, conocerme más y valorarme.

Carolina no quiere cometer los mismos errores que cometió con sus anteriores exnovios. Que ella siempre lo da todo en una relación, pero lo que recibe es todo lo contrario a lo que ella da. Siente que el noviazgo con Carlos Manuel va por el mismo camino. Ella quiere estar con alguien que realmente la ame y la valore, que se sienta afortunado de tenerla. Los consejos que ha recibido de Rebeca y Magaly le han hecho ver lo mucho que ella vale, la gran persona que es y las muchas cualidades que tiene; por eso ha decidido trabajar en su amor propio.

—Bueno, si eso es lo que tú quieres, respeto tu decisión. Espero que continuemos como amigos.

—Sí, por supuesto, me encantaría seguir siendo tu amiga —dice decidida y Carlos Manuel se despide de ella con un pequeño beso en la mejilla; y luego se van cada uno por su lado.

Eunice está afuera de su salón con su amiga Andrea. Ella está de espaldas y Matías se acerca cautelosamente, sin que se de cuenta, y le tapa los ojos con sus manos.

—Mati, sé que sos vos —dice Eunice emocionada.

—Hola, mi chiquita —dice Matías cariñosamente, ya que su novia es mucho más alta que él.

—Bueno, ya quitá tus manos de mis ojos, que quiero verte —dice Eunice y Matías obedece, y luego se saludan con un tierno beso en los labios.

—Hola, Andrea —saluda Matías amablemente y le da un beso en la mejilla.

—Hola, Matías —responde alegre—. Bueno, los dejo para que estén solos —Andrea se mete a su salón.

—Te tengo una sorpresa —dice Matías sacando una pequeña cajita color púrpura de su mochila. Le da la cajita a Eunice y ella la abre con mucho entusiasmo.

—¡Ay, es hermosa, me encanta! —dice al ver la pulsera Pandora de plata que trae varios dijes colgando—. Y es de la nueva colección, acaban de salir al mercado.

—Sabía que te gustaría, hermosa —dice Matías sonriendo.

—Ayudame a ponérmela —dice Eunice dándole la pulsera a Matías y estirando su brazo para que Matías se la ponga. Eunice se queda encantada al verse la pulsera en su muñeca.

Se dan un beso y luego se quedan abrazados, mientras Eunice le hace cariñitos en la cabeza a Matías. A ella le fascina tocar el cabello medio rizado de Matías.

Instituto Luxord [Completa]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora